Yo,como todos
me despego de otro mundo cada día
rayo con los dientes la rutina
eludo espejos como si tuvieran culpa
de contener mi imagen dentro de ellos.
Yo como todos
me confío a la bienaventuranza
de un corazón curado en altruismo
que llevo a saltitos como Caperucita
en la canasta vieja donde duerme la esperanza.
Yo como todos
tengo miedos de todos los colores
de enfermar, de morir, de que se vayan
los que aún puedo amar rabiosamente
los que están a las buenas y a las malas;
Como todos a veces siento que no puedo
pero puedo
y creo que no hago
pero hago
y digo que no es vida
pero vivo.
Algunos días
me clavo las agujas del desprecio
y luego hago como si no pasara nada
porque soy tan normal
tan común
yo como todos.
6 comentarios:
Y yo como tú, querida Reyes.
Todos tan iguales y creyéndonos diferentes.
Muakmuakmuakmuak
Como Virgi, yo también...
Todos nos sentimos en nuestra balanza personal de algún que otro modo tal y como cuentas, y es que en el fondo todos somos lo mismo, todos queremos y tememos lo mismo, y es nuestra balanza y nuestro prisma de cada día los que nos hacen un poco diferentes :)
Me encantó tu ¿Poesía ? :D
Mil besos amiga!!
Te ha salido universal.
La rutina, estimada Reyes, es necesaria. Si no la hubiera, la echaríamos de menos. El problema es cuando llega, pero para quedarse. Cuando ni el rayo la ralla y menos aún la dentadura, que en mi caso, tiene ya algún huequito por el que colarse. Pero me gusta este poema que recupera el valor de la afinidad, de la hermandad, del parecido (que no es igual que la copia). De esa afinidad que hace sentir como nuestras las desgracias ajenas. Esa afinidad de la que carecen algunos asesinos y algunos banqueros.
Besotes
Claro, y yo como todos trato de pasarlo lo mejor posible,incluso, a veces, lo logro :)
Besos y salud
Bien descritas las impotencias que se pueden hacer del ser humano. Yo me entiendo.
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