domingo, 3 de noviembre de 2019

Limpiezas

He vuelto a limpiar el Facebook, de ciento veintiuno a sesenta y cinco "amigos" , incluyendo gente que ya conocía de antes y cuya deriva no me gusta o me deja fría o no me parece apropiada o sencillamente no interactuamos, así que entiendo que pa qué van/vamos a estar ahí. También  he quitado a miembros de la familia que por muy entrañables que sean comparten cosas muy tontas o injustas con capacidad de análisis cero, no seré yo quien se lo explique. Lo malo de esto es que te permite diseñar un mundo de juguete a tu medida donde la necesaria compasión ante las diferencias personales o ideológicas desaparece por completo en pro de un confort mental que no obstante me parece muy saludable. Así que si a eso le añadimos que llevo unos días emperrada en romper cosas del pasado, desde que leí un artículo sobre oponopono  acerca de lo bueno que es soltar lastre, y que me estoy cargando poco a poco todos los manuscritos adolescentes , haciéndolos cachitos de papel amarillo que termino arrojando a la boca del dragón, nos encontramos con una yo bastante activista en ese sentido.
Digamos que cada día que amanece apuesto por la esperanza, y ya que ésta pasa por la destrucción del pasado, gustosa me ofrezco al juego; aunque entre tú y yo, lector, lectora, te diré que más que el artículo, pesa en mi ánimo la desoladora tristeza que sentí en la última visita a Madrid , en el rastro, en el puestecillo de fotos donde me dijo el señor que no podía hacer fotos, aunque sí hice un mini video que me pasé algunas veces para volver a sentir esa grima destructora con la que tomé conciencia; una montaña de fotos en blanco y negro en su mayoría, en las que gente como cualquiera de nosotros, en ese momento dueños de sus vidas, se tomaron imágenes en paseos de domingo, vacaciones familiares o enamoradas, comidas de campo o visitas turísticas.
Quién les iba a decir que acabarían esos trocitos tan amados de existencia vendidos al mejor postor en un mercadillo, para solaz de curiosos atónitos ante  la fugacidad del tiempo o aficionados al vestuario o usos y costumbres e otras épocas.
Creo que me aseguré a mí misma que prefería romper yo todas mis fotos antes de no ser nadie en unas manos ajenas, porque las fotos sólo significan, entiendo yo, para quien ama o conoce, excepto fotos artísticas o curiosas de interés científico.
Pero fotos personales, todos sabemos que son un rollo si no conocemos a los que salen en ellas.
A no ser que a uno le guste sentir el morbo de saber a ciencia cierta que esos fotografiados anónimos están ya muertos y borrados de la faz de la tierra.
Para eso prefiero visitar las necrópolis romanas, que no sonríen ni dan pena, sólo imparten la lección de la eternidad de la piedra y la liviandad del ser humano.
Creo que mientras espero el resto de limpiezas de cosas que ya no funcionan, ya sean órganos o estaciones,  me iré quitando las capas una a una y con un poco de suerte, quedaré limpia y desnuda del todo, tal como llegué.
Hasta entonces, espero que esta luz mortecina no consiga deprimirnos del todo, para que podamos asistir al estallido de los nuevos días de primavera.
Como en una hoja de ruta cada vez más básica, apunto las tareas quizá ligeramente preocupada por lo poco que escribo según pierdo vista,( esto de la presbicia es exclusiva culpa del carnet de identidad, quizá la única foto que no podré destruir con mis propias manos vivas), el sentimiento de prisa por hacer algo antes de que sea demasiado tarde, dejar algo escrito que sí merezca la pena dejar atrás aunque sea para un rastro de difuntos.

6 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Yo no tengo Facebook pero la limpieza la hice igual... eso sí, no fue digital.
Bueno... pensándolo bien creo que a mí también me han limpiado o barrido de otros sitios.
Total, que entre unos y otros y el paso del tiempo nos vamos quedando más solos... y es inevitable eh... yo he intentado retorcer el tiempo y recuperar amigos del pasado, amigos de esos de para toda la vida... y cuando los he visto he pensado pero quiénes son esos monstruos que habitan dentro del cuerpo -desvencijado ya- de mis antiguos amigos y supongo que ellos habrán pensado lo mismo de mí, y claro, no hemos repetido el túnel del terror.
Ahora me quedan los recuerdos. Pero te contaré un secreto, estoy convencido de que la mayoría son falsos. La gente no lo sabe pero el cerebro modifica los recuerdos para protegernos, o eso cree él.
Total que entre la limpieza y los posibles recuerdos falsos el panorama no es muy divertido pero vaya... veremos qué pasa mañana, y el otro, y así...

Saludos.

Genín dijo...

A mi me da cosa borrar a gente, aunque a veces ni la conozco y no se como han llegado a mi FB, aunque no lo frecuento demasiado, a veces voy y comento en algunos, o dejo me gusta, porque me gusta leer de vez en cuando :)
Pero tu eres muy dueña y señora de hacer lo que te de la gana sin dar cuentas a nadie, yo seguiré con esa especie de síndrome de EDiógenes, sin borrar a nadie, y sin sentirme obligado a nada.

A ver si se acaba esta vaina de los muertos que me tiene un poco hasta los mismísimos pirindolos (Creo que acabo de inventar la palabra, aunque me suena de algo, porque decir cojones me parecía un poco fuerte...jajaja)
Besos y salud

Tracy dijo...

Reyes estoy en tu onda totalmenteEstoy haciendo limpieza de papeles, lo escritos me superan ¿ y las fotos? pienso igual que tú: mejor romperlas yo, pero bueno estoy en ello, desatando amarras...
Unplacer leerte siempre.

Dol dijo...

Toro, es increíble cómo la gente con la que supuestamente teníamos tanto en común se aleja o nos alejamos nosotros, es como una selección natural, supongo que depende de los valores de cada uno o de lo que consideramos importante cada uno de nosotros, pero después de vivir todos estos años sí te diré una cosa; no siempre se es tan amigo ni tan enemigo, al final la cosa se queda más en la esencia, el cariño , lo que acaba prevaleciendo, si eso no queda es que no había nada ni siquiera al principio. He perdido gente en teoría muy importante por motivos muy concretos pero si analizas al cabo de los años te acabas dando cuenta de que la base era falsa desde el principio. Es como lo de las parejas; si te empeñas en sacar adelante una relación ignorando las fallas cuando por fin se acaba te das cuenta de que no había tantos motivos para seguir, la coa estuvo en nuestras ganas de ignorar. A día de hoy no sé si esto me hace más antisocial o más sincera, más auténtica o más cobarde, no lo sé y tampoco me importa mucho, sólo trato de mantener paz en mi corazón.
Besos.

Dol dijo...

Genín, cosa de borrar gente?? Resulta hasta divertido, sólo al pensar que ya no tendrás que sufrir peroratas ni chorradas ni cursiladas y que tampoco van a poder seguir cotilleando en tus cosas sin jamás interactuar contigo, eso sí, alguna gente me resulta imprescindible por su enfoque de la vida , su sentido del humor o por los años que hace que me acompaña con sus comentarios como yo con los míos. Los invisibles no se echan de menos. Y no te digo nada de esa gente con la que coincides por trabajo temporal y que en cuanto desaparecen los borro también del Fb y del whasapp porque después de ese tiempo los tengo más que calaos y sólo tienen ranciedad que aportar. Besos

Dol dijo...

Tracy, desatar amarras es un trance difícil. Pero sienta muy bien.
Me alegro que estemos en sintonía.
Besos

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Creo que abrí este blog en el año 2009, y hoy decido que lo cierro,once años después;no deja de ser una friolera, teniendo en cuenta la gent...