miércoles, 29 de enero de 2014

Flipanzas

Ayer flipé.

No es que sea difícil que yo flipe,puesto que mis porros,al ser mentales,son baratos y frecuentes,pero digamos,que flipé un poco más de lo normal.

Ya flipo,como digo,cada día con los titulares,los des-informativos,las malas noticias del "siempre lo mismo y un poco más",con las cosas buenas como el parón de la justicia a la piqueta privatizadora en Madrid,en un plano más íntimo el hocico de mi perra,las formas de las nubes,etc.

Desde el domingo he flipado,a menudo y en secreto,en los ambientes hospitalarios después de la operación de hernia de mi padre el lunes,he vuelto a estar en ese planeta donde la gente nos volvemos muñecos esperanzados o tristes mirando por las ventanas,oyendo las sirenas de las ambulancias y pisando un suelo aséptico que silencia nuestros pasos y los oculta de la vida "normal".

Estando alí todos,leves o graves,habitamos un mundo en tránsito que para algunos se convierte en lo único posible y para otros una mudanza necesaria.

Todo salió bien,con los remiendos lógicos,pero todo muy rapidito.Me atrevería a decir que con cierta complicidad de la cirujana,que hablaba cantarina y me "conocía" de haber hablado con ella por teléfono y todo muy armónico,sin apenas desplantes ni malas respuestas de enfermeras ni esperas absurdas,y aun así a mi padre hubo que echarle un galgo porque a las 24 horas de la operación ya iba por el pasillo con la ropa de calle puesta y el alta en la mano "por si se arrepienten,vámonos rápido de aquí".

Flipé con lo fácil que resultó todo y con mi propia reacción amable y templada dándole conversación a las puertas del quirófano,un poco menos útil que cualquier mujer resuelta en hospitales y situaciones duras ,pero digamos,con mi toque de fantasía cuando la ocasión lo requiere que no sé de dónde sale,no lo sé ni yo.

Será la sensación ésa de que ese hombre,de repente vulnerable cual cordero,capaz de hacer que las chicas que se lo llevaban estallaran en risas por los comentarios que hace con la cara seria(decía que la que le había ordenado quitarse los dientes era "mu peligrosa"),no tiene nada en común conmigo y sin embargo lo tiene todo,es tan raro que dan ganas de chillar.

También flipé de segundas,ya en casa, con la película "Arrugas",anoche en la 2;y flipé con las cosicas que mis hermanos y yo podemos llegar a decirnos en wassap y las fotos que podemos llegar a enviarnos,llorando de risa estaba en el sofá,sola y a oscuras, a eso de las doce.

Creo que me vino muy bien,dada la tensión acumulada en las horas previas;

pero mi flipanza más fuerte fue con un relato,otra vez un libro del que ya he hablado,de nuevo Dear Life de Alice Munro,creo que editado por Lumen.

Un relato.

Un relato que empieza de una manera normal,con una acción narrativa normal,y acaba en hachazo en la cabeza sin sangre ni aspavientos,tan sólo metiéndose en la cabeza de una mujer que tiene una cita médica,nada más.

Cotidianeidad y pensamiento ordenado,las cosas son lo que la mujer cree que son,pero resulta que a veces sólo estamos en un fragmento de nuestra vida de pura visita,porque realmente ya estamos en otro lado.

Cuando empecé a sospecharlo ya era tarde; era tan bueno que me dije "Si la autora no lo resuelve así,lo haré yo,escribiré algo muy parecido",pero la maestra lo bordó y acabó como pensé.

Ayer por la tarde di la vara a todo el mundo,a mi pequeño mundo,con ese relato llamado "Con vistas al lago " o algo así,que no podré reproducir pero que alimenta mi débil espíritu creativo,hace croar la rana de mi cerebro.

(He sabido que Alice Munro tenía, en sus propias palabras,la "frustrante manía de escribir" incluso cuando criaba a sus hijos).

Llevo en la cabeza sus personajes,situaciones y un cierto olor a aserradero canadiense.

De repente soy como una niña que sueña con cuadernos nuevos llenos de páginas blancas;soy la niña pava y dulce de la foto;
soy mi propia voz que contará historias a trozos sin importarle a quién le gusten;
puedo seguir creyendo que yo algún día escribiré cuentos como ésos;

sólo que los míos olerán a lo vivido;

a lejía,pelusas y flores de azahar.



sábado, 25 de enero de 2014

Mi vida como un perro


Contemplo a mi perra oler el aire y venir tras mi sombra,a la que casi encuentra antes que yo,debajo de una puerta o encima de una cama;o en el patio extendiendo una sábana,mi perra encuentra mi sombra,lloriquea un poco y se va.

Cuando quiere algo lo pide sin dudarlo,se tumba cuando le apetece,si tiene calor sale al suelo y se acuesta sobre las patas de peluche,de lado como un niño que hace la siestay si yo me levanto ella se levanta,sólo por saber a dónde voy o qué voy a hacer.

Si abro la nevera puede que la sorprenda con un poco de york,si estoy cabreada la echaré y ella se irá,si me nota receptiva me pondrá las patas en las rodillas,si digo la palabra "bañar" se meterá debajo de la mesa.

Yo soy el satélite y ella la órbita,cada una respira por sí misma,ocupa su trozo de planeta,pero ella no sufre por todos los demás perros abandonados o maltratados mientras que yo languidezco con mi mala salud invernal contándome los traumas,las toses y los malos pensamientos.

Tampoco mi perra sufre preguntándose de qué estará hecha su comida mientras que yo creo desarrollar cada día más alergias alimentarias y de todo tipo, y según lo que lea me siento atrapada en una pesadilla sin fin,hasta el punto de haberme pasado muchos días deseando un paraíso inexistente que sólo puedo crear yo.

Los desánimos se encadenan a mi espalda y cada vez la curvan más,siempre arrepentida o doliente por no hacer dietas ni ejercicios ni haber hecho lo que quería o lo que pensaba que quería o lo que sería razonable o saludable o deseable...mi perra vive como si yo fuera la vida,sabiendo más o menos por dónde voy,dispuesta a aceptar lo que haya en cada momento sin hacer más nada que esperar,perseguir,sentarse,alimentarse,aceptar.

No ve las noticias ni se pondrá hipertensa ni menopáusica,ni paladeará el morboso placer de beberse un libro de cuentos de Alice Munro (mi vida querida),con lo que tampoco podrá pensar "Esto es lo que yo quiero escribir",y por lo tanto no se frustrará ante el hecho de no haberlo conseguido.

No se cagará en los muertos de Lars Von Trier porque a ella,que es una perra,no le laten en las sienes los personajes reales que se descuelgan cada día de sus pieles para intentar quedarse en las páginas de libros futuros,(mi perra no se plantea escribir,de momento).

Creo que su máxima aspiración es que se acabe ese odioso pienso que trajo mi madre del Mercaflona,el Compy de los cojones.

Quizá seamos iguales,en el fondo;mi máxima aspiración en este momento es dejar de toser.

No está nada mal para ser una aspiración máxima.

Seguro que no.

domingo, 19 de enero de 2014

Ayer vi nevar

Sí,ayer fue cuando tuvimos que volvernos en la carretera hacia Pradollano por una amenazadora nevada.

Me dio tiempo a ver cómo es eso de nevar,por primera vez en mi vida;tengo la imagen de mi hermano grabada en la cabeza,delante de mí, a su espalda cayendo lasquitas blancas embarcadas en un viaje muy propio,algo así como algodón o plumas,algo que pesa poco pero tiene su propio cuerpo.

Raro y hermoso;aunque luego tuviera que coger la cámara como un japonés diarreico para subir al coche con las alarmas encendidas.

Al parecer que nieve mucho no es bueno cuando quieres ir a Sierra Nevada,qué paradoja;porque entonces hacen falta cadenas para llegar y los riesgos se multiplican.

Fuimos dos niñas pataleadoras,con la cabeza humeante en esos riscos nevados a los que no podríamos subir,y con el caramelo a medio degustar bajamos a Granada.

A lo tonto pasa la vida,y hace la tontá de envejecernos;

veintidós añitos hace que paseé mi cuerpo por la misma Granada que ayer espolvoreó de nubes grises la tarde,quizá en aquel tiempo no se vendían paraguas en las esquinas,pero el Darro sigue allí,murmurando escondido debajo de un puente:y las teterías y ese aire como triste que para eso hay un paseo así llamado,en plural,paseo de los Tristes,triste por cualquier causa o modo o simplemente por la romántica caducidad de nuestros sueños.

Estuve en Granada en 1992,en un seminario de radio de una semana de duración,allí fue donde gracias a una amiga ya perdida que era muy sabia y escribía muy bien (cuántas veces habré encontrado este tipo de mujeres que me ayudan) mi voz se dejó oír por vez primera aunque no llegara a ningún lao después,aunque la cosecha inmediata fue buena,algunos amigos hice.

Un amanecer al que llegamos en taxi,D.,una chica llamada María y yo,eso lo recuerdo bien,y mi pelo largo (y lo buena que sabía que yo estaba aunque eso me diera tanta vergüenza) y las charlas que suele tener la gente joven ya quiera filosofar o follar,que en eso no hemos cambiado nada,aunque siendo como era me comía menos roscos que los Roper;

buscaba lo utópico,lo mejor,lo que significara algo más,y me sobreponía continuamente al chasco de nuestra simpleza,lo poco que le cuesta a la gente emparejarse o estudiar una carrera,por ejemplo.

Mi novio que había quedado en Sevilla era mejor opción porque estaba loco por mí aunque no lo supiera,aunque se fuera a Grecia con su hermano pintor,cómo dolía,podría haberme tragado mi propio corazón de pura angustia,pero me seguía llamando a pesar de mi lección granadina, de mi distancia,y mi corazón bailaba otra vez más tonto que loco sabiendo que tenía un único dueño.

Un amor de ésos de sufrir,de ahora sí,ahora no y al final se te cae el pelo.

No teníamos móviles (yo al menos llamaba a casa desde las cabinas) ni facebook ni tuiter ni podía imaginar que un día tendría una hija,(en mi nebulosa ciertas cosas ni se contemplaban),pasábamos la mitad de las madrugadas en los bares y bebíamos muchísimo café.

Yo sé que esperaba,esperé como luego toda mi vida,abrirme como un pañuelo o un abanico,beber la vida como una naranja estrujada entre los dedos,y sé que esa gran avalancha de bendiciones no llegó nunca.

Llegaron en cambio la supervivencia y el abandono,trabajos de oficina,amor desesperado que abracé con ansia,maltratos dialécticos,historias de poca valentía y mucho tufo a folletín que me entregaba a mí misma voceándome en el pecho.

Pero así debió ser,supongo;

aquella semana en Granada del año 92 fue pura magia,un chico de Padul me dijo cosas admirables que ya hemos olvidado,me planteé mudanzas,alternativas,pétalos de margarita pura y loca.

A ningún lado fui;

volví a casa a seguir amando como un personaje de Bécquer,enamorada de un muerto,viviendo en una lápida,de luto perpetuo por mí,joven y hermosa con tendencia al llanto,a lo "verdadero".

Tecleé la máquina de escribir mi vida como si no fuera conmigo,hasta que estos veintidós años han terminado por aclararlo todo.
O casi todo.

Ayer decía mi hermano,que es un personaje salido casi del mismo centro de la tierra,(y no sé por qué lo dijo ni a qué venía),que los humanos que por allí pasamos nos vamos muriendo y el río y los muros quedan.

Es una obviedad pero también una pedrada en plena frente;

casi lo mismo que esa especie de nostalgia que deja el amor que una vez creímos importante.

Lo que nos quitaba el sueño ya no vale nada al lado de una tarde cualquiera en la que los árboles se abrazan presos de la humedad y los recuerdos.

Y una,ya sin colágeno en la carita y el pelo corto de mujer madura, siente que aún quisiera aprender tanto;experimentar cosas sencillas y eternas;como volver a ver nevar,por ejemplo.



domingo, 12 de enero de 2014




No hablar

sólo dormir

un sueño dulce lleno de presagios

una almohada donde apoyar la cara

y recibir tus besos uno a uno

hasta que parezcan cientos ya enredados.

No hablar

sólo dormir

y dejar que el cielo cruce con sus flechas

los viejos caminos que nadie ha olvidado.

sábado, 4 de enero de 2014

Queridos Reyes Magos

Decidle a Baltasar que la cartilla sanitaria ya no le vale.
Y que los españoles no nos merecemos tanto cabrón,digo,carbón.

Despedida

Creo que abrí este blog en el año 2009, y hoy decido que lo cierro,once años después;no deja de ser una friolera, teniendo en cuenta la gent...