miércoles, 1 de septiembre de 2010
Hermano grillo
Tengo yo una cualidad rara , o quizá no lo sea tanto .
Cuando algo rasca en los bajos de las cortinas o en los plintos que suelen rematar una habitación , me doy cuenta .
Desde los lejanos tiempos en que estudiaba , a eso de las cinco o las seis de la mañana ,si algo vivía por ahí abajo, algo no autorizado , digamos una cuca o un ratón , la princesa del guisante lo escuchaba .
Y siempre lo atrapaba , a veces para dejarlo vivir , tras hacerle volar en parapente desde la ventana , o bien para seguir el cruel instinto del espachurramiento , casi siempre provocado por el mismo pánico.
La otra noche, mientras pensaba en mi hermosa existencia , plagada de éxito y rosas, algo comenzó a rascar .
Con más miedo que vergüenza descubrí que era un grillo pequeño escalando detrás del póster de los delfines.
Sólo por el miedo de no saber lo que era lo maté.
Y esto me hizo pensar cuántas veces el miedo nos obliga a hacer cosas malas.
Sirva este post para pedir disculpas al hermano grillo, que sólo quería recordarme que mi destino pertenece a un sitio donde habitan los delfines.
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12 comentarios:
Por fin me llega una de tus entradas.
¿Será la venganza del grillo?
"sólo quería recordarme que mi destino pertenece a un sitio donde habitan los delfines" ¡Qué bonito, Reyes! Me alegra que el grillo te lo recordase. Beso
¡Qué lindo, Reyes!
La próxima vez será una cigarra. Escúchala.
Te cantará la canción de las caracolas.
Besos, montones.
Hola Reyes,
Como bien dices el miedo no solo nos obliga a hacer cosas malas sino que muchas veces no nos permite disfrutar de las buenas, así que a plantarle cara y que nos nos fastidie.
Un abrazo
Pero, ¡quién te ha visto y quién te ve, chiquilla!
Besos y cuídate del maléfico sol.
Pobre grillo, aunque es cierto que rascar bajo las cortinas tiene ese efecto sobre nosotros.
Me alegra verte por aquí.
Un beso
El miedo también nos deja anclados en el peor de los lugares que deberíamos estar: la sinrazón. Hermosa reflexión y un placer volver de nuevo por aqui.
Una sonrisa
Mira el lado bueno, por lo menos, esta noche dormirás tranquila
No te quedes grillada.
El miedo... ese motor de casi todo lo podrido, Reyes.
Un abrazo.
¿Y si llega a ser una cucaracha?
Hiciste bien, por si acaso.
miedo al miedo... en lo que nos convierte.
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