El camino de Candela

Es curioso decirlo así, pero todo lo que me queda de él es un camino .
Un camino que ya no me lo trae de vuelta, aunque quién sabe si algún día lo hará.
Cuando lo haga , si al final ocurre, no penséis que me tiraré a sus brazos cual loca enamorada , o que demostraré la más mínima alegría .
Lo aprendí de mi abuela , los hombres son como los gatos, para que te hagan caso tienen que oler tu indiferencia ;
"Discrepo" -dice una voz dentro de mi cabeza, la vocecilla de Gaspar, mi amigo que lleva 40 años casado con la misma mujer ,y lo máximo que se ha hecho fuera de la cama de matrimonio han sido unas pajillas pensando en mí, por aquello de que nos vemos varias veces a la semana cuando viene a ayudarme .
El resto , fidelidad carnal y buenas costumbres ,ahí quieto parao ,años y más años , hasta que la canción se la sabe tan de memoria que podría alcanzarle el hastío para otras cien vidas .
Y qué importa eso, Candelita , me diría Gaspar , si al final nos morimos igual.
Sí , coño, pero más entretenidos , le respondería yo , y volveríamos a reírnos, él por mi desvergüenza , a la que no termina de acostumbrarse , y yo por su cara roja de tomate bonachón .
En la vida cabemos todos y alguno más, siempre lo he pensado.
Lo de Óscar era otra cosa.
Es que me gustaban sus manos blancas , que se herían con facilidad , y su barba de tres días que en realidad tenía muchas semanas , como él mismo, que llevaba sobre la piel unos cuantos veranos más de los que aparentaba.
Me gustaba tanto que me tuve que inventar lo del asturiano .
Hacerle creer que me lo había tirado ese mismo día , cuando él vino a contarme aquellas cosas.
Que si había bebido , que si no recordaba , que si Manolo el de la peña le había dicho que lo acompañara , que si luego se presentó Mariquita la Potente y vaya si lo era, que él no había visto cosa igual en su vida.
Aquella tía ,con sólo cruzarse de piernas podía tener un orgasmo ,y se ponía a cantar como si estuviera en misa.
Era un espectáculo, me decía Óscar el machote ,muy orgulloso y divertido , y yo me lo tragaba como la medicina amarga que siempre me dijo mi abuela que los tíos son .
"Discrepo" , dice otra vez Gaspar , pero esta vez lo echo, cállate , que tú de esto no sabes nada .
Y después de un Miserere vino el Venite Adoremus , y aquéllo fue un desmadre ,Mariquita atendió a un montón de tíos puestos en fila y se dio el lote de cantar , que ya eran más de las seis de la mañana cuando pudo salir del putiferio para volver a casa por el camino .
Se reía Óscar ante el poderío musical femenino , qué tonto era.
Y yo por dentro como un ascua encendida, un ascua con orejas a medio camino entre el llanto y el deseo de estar muerta.
Entonces le dije lo del asturiano.
Un ingeniero así muy hombre , algo feo, que se presentó por la tarde para preguntar no se qué de la posibilidad de hacer un pozo detrás de la casa .
Me lo inventé tan bien que hasta lo vi, moreno, con un poco de papada , porque como a buen cántabro le gustaba comer , dulce voz , modales recios pero adecuados; pasó a la casa y lo que tenía que ser, fue.
"¿Te gustó ?" -me preguntó Óscar cuando terminé el relato , más blanco que la pared .
Los hombres son así, pueden no quererte ni un carajo pero tener celos, hasta el punto de que sienten como si les arrancaran el corazón del centro del pecho cuando te imaginan con otro.
"Claro " -respondí , ya no tan segura.
Esa misma noche empezó a meter sus cosas en una maleta ;
yo me quedé en la cocina preparando un sofrito , pensando que cuando saliera por la puerta con la maleta lo hablaríamos ; sabía que lo perdonaría en cuanto oliera su piel de talco , nada me apetecía más que besar su cuello, nada me gustaba más que su abrazo de pequeño nómada , caliente y dulce.
La maleta se quedaría en la puerta hasta que llegara el amanecer , mientras nosotros trenzábamos una larga noche de perdón y amor, así había ocurrido otras veces .
Sin embargo esperé y esperé , eché la carne y le di vueltas y destapé una botella , que siempre ayuda ,y cuando ya había pasado mucho rato subí a la habitación , en un claro gesto de armisticio.
Me quedé helada .
La ventana estaba abierta , y en la cama el hueco de su cuerpo ya se había enfriado; se ve que estuvo pensando un rato tumbado , hasta que debió ponerse de pie y decidir que sí, que esta vez sí.
Había salido por la ventana , que daba a un techado por el que era fácil bajar , para no tener que cruzar por la cocina y encontrarse conmigo.
Menudo cabrón , después de haber pasado la noche oyendo cantar a Mariquita la Potente, largarse así.
Bajé corriendo como si se me fuera algo , aunque yo me decía que no era nada ;
pero nada fue lo que vi, un poco de viento azul sacudiendo las hojas, quizá la sombra de su cuerpo , que (esto lo intuí o también me lo inventé) se dio la vuelta para verme por última vez cocinando tras los cristales .
Seguro que lloraba ...
no, no creo, ningún tío llora cuando cree que lo han corneado, más bien siente estupor , corazón genital roto y alma triste.
"Discrepo" -dice Gaspar .
Vale , lo admito .
Alguno habrá que sienta como yo; que tenga en sí el gélido invierno y las duras conchas del verano; las florecillas tiernas de la primavera y la caricia tontorrona del otoño , sólo por escuchar la voz de quien desea ; quizá alguno habrá que ha sentido tales cosas ,pero no fue por mí .
No fue por mí .
Desde entonces recojo la siembra de mi mentira gorda , de mi orgullo que florece cada día .
Sólo a veces miro hacia el camino y pienso, qué bien si volviera un día de éstos, si de repente apareciera con sus andares de ciclista.
Han pasado muchos años , debe tener más de cincuenta , seguro que todavía está bueno ,seguro que sigue siendo tan tonto, y no ha olvidado besar como me besaba .
Pero si alguien cree que al volver a verlo me echaría a sus brazos,loca de alegría enamorada ...y una mierda .
A los hombres hay que mostrarles siempre la más total indiferencia.


(Para el concurso de Paradela , convocado por María Jesús en este mes de Junio)

Foto Maria Jesús de Paradela, claro