jueves, 28 de marzo de 2013

Jueves Santo

Para olvidar que antes me gustaba ver Montesión por la calle Feria,salgo a la luz de un día que no sabe si reventará en grises y me voy de compras,pan doble,una chaqueta y un bolso en la Chinatown que desde hace unos años se esparce silenciosamente por el barrio.







Para olvidar que no he dormido bien y que no puedo ya controlar mis nervios ni mi cabeza camino casi durante una hora y compro materiales que entretendrán a una princesa de boca de fresa que vuelve a tener diarrea y vómitos porque tiene una madre que creyó que ya podía darle de comer con normalidad y entonces también quiero olvidar que esto de la crianza es una cosa que algunas afrontamos en soledad por más que la vida nos vaya ayudando con la fuerza del autodidactismo y comodines familiares;se me pega la tristeza de aquel cómic sobre Virginia Woolf,la amargura por la ausencia de una madre y me pregunto,qué es una madre realmente;puede ser tu mayor bien o tu mayor derrota,puede ser una buena madre o una madre buena,enérgica o libre,llego a conclusiones desesperadas como que ciertas tareas siempre me vinieron anchas,a una cigarra no se le puede pedir mucho y menos que se convierta en madre,como yo.La debo estar malcriando y ella me está minando el ánimo o soy yo yo,es mi mente que no se relaja ni un segundo y rompo como un torrente; pero todo es una batalla intelectual contra el hábito de vivir cada día,que es para lo que estamos aquí.Para eso y para dejar una estela sobre el mar que sea como un suave rizo de pelo de muerta que las olas llevarán con cariño hacia un álbum de fotos en un día perdido del lejano futuro,cuando ya la madre no esté,cuando le hayan dado por culo barrida por el tiempo;caerá la lluvia sobre los sueños de la juventud y sin embargo habremos sabido qué era la vida,por obra y gracia de todos esos ángeles que incluso en los peores momentos,siempre estuvieron ahí.
En una esquina desierta de mi barrio unas chicas guapísimas me dan un papelito y cuando creo que es una invitación a una copa de una discoteca o algo leo que no,que es una campañita de optimismo y fe muy típica del colegio donde estudié,ay qué recuerdos.




Para olvidar que me he pasado la semana esperando estas vacaciones para descansar y que al final las noches siguen siendo toledanas,me entretengo en atrapar los monos neuronales con un cazo de sacar bacalao y ya todo me sabe a garbanzos y a sal.Parece que ya no tengo tanto miedo.La fe aletea en mí como en la juventud boba porque yo salí de ese tronco,pero no me fustigo en vano;hasta las lágrimas puedo sentir la tremenda comprensión que hoy tendría Jesús conmigo si pudiéramos cruzar unas palabras,y esto es algo que va dentro de cada ser humano,no pertenece a ningún programa neurolingüístico ni cultural,es como hacer bolas con los calcetines,sencillito y cotidiano,ahora sólo tengo que esperar revelaciones.
Mientras llegan,olvidaré que pertenezco al club de fans de la Tensión Emocional y cabalgaré a lomos de mis lindas esperanzas,parece que la princesa aburrida se entretuvo en pintar y que no lo hace mal del todo,siguiendo mis encargos de copiar portadas de libros y marinas cuyo horizonte emborronado como mis ojos no ensombrecen el perfecto azul del mar ni su pequeña firma en negro.





5 comentarios:

Genín dijo...

Es verdad, la princesa no dibuja nada mal...
Pues niña, aprovecha estos días y relájate, camina mucho, cansate y descansa, dale descanso al coco, no pienses demasiado, si es posible nada, y tumbate a la bartola de vez en cuando, las cañitas también sientan bien, ojalá el tiempo permita que esa gente que ama las procesiones no tenga que llorar, ya sabes que a mi no me va el tema, pero lo siento por la gente que tiene fe...
Besos y salud

Francisco Espada dijo...

Lo bueno que tienen los malos momentos, Reyes, es que nos llevan a la reflexión, a hacer balance, a preguntarnos sobre nuestro ser y nuestro hacer. Ahora nos queda apechugar con quienes somos, corregir aquello que sea posible y vivir en plenitud aquello que somos.

Un beso

mariajesusparadela dijo...

También educar es doloroso a veces.
Tengo siempre en mi cabeza la imagen de una sobrina mía cuando decidió que su hija de dos años tenía que tener habitación propia: la niña lloraba en su camita y ella lloraba tras la puerta. Fué una semana de suplicio, pero mereció la pena.

Nieves Martín dijo...

Siempre me han gustado los dibujos de la princesa :)
No te martirices demasiado, es normal que todos comamos algo a destiempo y nos ciente mal, tu peque estará un par de días regulín y todo pasará rápido. No creo que sea tan terrible,y no debes convertirlo en tu via crucis particular...
Por otro lado es bueno meditar y reflexionar en esos días nublado porque al final, no lo olvides nuca siempre sale el sol.

Un BESO grande :)

Sue dijo...

Anda, yo tengo ese libro (no es de lo mejor de Lucía, pero me gusta la portada:)

Dale rienda suelta a la creatividad de tu niña, es lo mejor que tenemos, esto no permitirá que se convierta en un adulto zombie. Aunque dudo que eso ocurra con la madre que tiene.
Lo de las enfermedades y molestias de salud hay que pasarlo de la mejor forma que se pueda. No te atormentes.

Un beso.

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