martes, 16 de junio de 2015

Todo sobre arena


Madruga,trabaja,déjate la piel,sonríe a quien te jode.

Encuentra tu luz y mátala de un zapatillazo.

Acomódate a ese perfil que tampoco es el tuyo,entiende que el trabajo es sagrado y entrégate a él como al dios basurero de las grandes pasiones,agradece cada migaja y después bautiza como vida lo que arrastras entre las manos como un calcetín sudado que nadie aceptaría como regalo.

Esto quieres para ti,tú,la dama de las palabras,y no despiertas hasta que el milagro se desvanece,y un nuevo jefe joven e inteligente te dice que te ve en otro sitio o en otro trabajo,te pega más preparar otras cosas,no te lo has planteado,pues no,que las cosas están mal y yo soy de las de esperar mareas,tozuda de pueblo agarrada a la rama como la única posible,toda la vida igual,inmersa en contradicciones.

Te recuerdo que este tipo de preguntas continuas son las que te llevaron al desastre en la tierna,malévola,estéril juventud.

El para qué,el carpe diem,las calles esquinadas,la felicidad de los duros a pesetas,las noticias de esa gente que muere sobre legajos sola en su habitación perdiéndose el estallido del atardecer,el a la mierda todo, el pa cuatro días que voy a estar aquí.

No te lo acabas de creer,cómo es eso de que no somos eternos,pues entonces para qué vivir si no lo tomamos en serio,si no sabemos beber copas de vino o labios o pasear por el mar o darle cobijo a algún pequeño ser.

Ayer encontraste querida aprendiz de Sabato,usando la segunda persona del singular,una frase de otro argentino ilustre,el manoseado Borges.

Venía a decir que aunque todo está sobre arena debemos trabajar como si estuviera sobre piedra,y tenía razón.

Eso es lo que nos alienta y hace soportable la transitoriedad.

En lo que a mí respecta,no sé a quién le contaba ayer que necesito un golpe de timón,un cambio de rumbo.

Más o menos a la mitad del viaje necesito más que nunca saber quién soy,aunque al menos ya sé quién no soy.

No soy alguien que pueda resistir tener que tomar pastillas para soportar un curro agotador,qué va.

Paso de esa rueda de hámster. Y sin embargo jamás he dicho que no.

Siempre lo he intentado todo,y suelo apurar hasta el final,esta vez han sido tres largos años.

Ahora toca construirme en versión dos punto fiel,grano a grano,puesto que mi arena podrá ser piedra para alguien.

Algo es algo.



4 comentarios:

Genín dijo...

Si, es que ganarse la vida sin detestar el como se la gana uno es harto difícil, no sabes como te entiendo, y eso que casi siempre he tenido la suerte de tener un curro que me gustaba, aunque nunca como el actual en el que no curro...jajaja
Besos y salud

José Núñez de Cela dijo...

Trabajar en lo que a uno le gusta y le hace feliz es una rara situación que a poquísimos alcanza. No todo es trabajo ni dinero, pero...


Saludos!

Isabel dijo...

Saber el no de los síes ya es un avance, hay quien se agota en el intento.
Besos

Al comentar salta un anuncio publicitario.
Espero que no sea común de nuevo.

virgi dijo...

Sabes más de lo que crees
Sí.
Besitos montones.

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