domingo, 3 de junio de 2018

Gracias





Puede que las cosas no sean lo que esperaba, de mí ni del mundo, esa bola azul que se ve en el universo como la cagadita de un dios muy perfecto y caprichoso que se entretuvo haciendo muñecos a su imagen y semejanza, según los charlatanes de la antigüedad (qué son los profetas, sino charlatanes que el paso de los siglos ha convertido en figuras de autoridad?),y los científicos que todo lo explican excepto lo inexplicable.
Y sin embargo,se revela a veces la sabiduría, aunque es una reina que siempre llega tarde.
Empecé esta entrada tres días antes de mi cumpleaños y ahora, pasada ya la fiesta y la pereza, la termino abriéndome paso con el machete de la esperanza.
Hace unos años decidí tomar las riendas de mi vida, y con un cubo y un pincel  dar los brochazos necesarios para elegir al menos el color de lo que ocurre.
Si os fijáis, no se puede dar brochazos con un delgado pincel, considerando esto como una más de mis contradicciones, dado que no estoy dotada para la alegría, pero aun así, lo intenté.
Y el paisaje es, aun en medio de las nubes que me acechan, al menos el que yo he elegido para pasar mis años, y allí entre las montañas habita la paz que me trabajo cada día.
Puede que si yo falto, mi cocina se llene de pájaros inquietos que al igual que ahora, dejan  las cagaditas del perfecto dios por toda la encimera, y ya no estaré para quitarlas con lejía.
Y que es verdad que casi siempre suenan fados en las vidas humanas, y que el ocaso, como he leído que decía Bradbury,nos parece bello porque es efímero, y que en todo está la promesa del adiós.
Tantas de las cosas que vivimos que no fueron más que pasatiempos y que en su momento creímos cargadas de sentido, tantas personas que decían que eran importantes y se lo decían a sí mismas y nosotros lo creímos, o aunque no dijeran nada, lo parecieron, tantas confidencias que contenían la sal de muchas noches que humedecieron la almohada, y todo se perdió como una nube.
Y aun así, aunque sea una exiliada del país de los cisnes, y me queden anchas y estrechas las camisas porque no me gusta ninguna, (aunque al menos sé cuál no me pondría nunca)y con mis prejuicios que me voy quitando como pellejos muertos con mis escasas fuerzas para saltarme los guiones, sigo viajando por la porción de tarta que me ha sido asignada.
De momento mi voz sigue sonando como una lengua muerta en el reino de la juventud, y mi boca cree que puede besar hasta el infinito, y que poner un poco de orden en el caos de la emoción , que es la loca que nos gobierna, nos seguirá trayendo vientos favorables.
Porque es Junio y sigo usando medias.
Porque es azul el mar y blanca la esperanza.
Porque todo ocurre siempre en aquel lugar donde fuimos felices, y cae muerta la nostalgia bajo las flechas de nuestra sonrisa, con 49, con 67 o con tres millones de años, como dicen que tienen las estrellas muertas que aún pueden verse desde nuestras pequeñas ventanas.
Gracias, es la mejor palabra que se puede decir cuando comprendemos que no somos secuoyas, sino hormigas.
Gracias, otro Mayo y otro Junio como un dios que empieza sacudiendo unos hermosos cabellos al vientecillo fresco de estas tardes.

4 comentarios:

Isabel dijo...

Junio está plagado de Géminis. Amigas, y en mi familia dos. Sois geniales. Y te felicito para que vengan muchos junios más.
Abrazos.

Una foto en la que estás estupenda.

Genín dijo...

Si, un Mayo mas ha caído...
¡Felicitaciones!
A mi me ha dejado 77 tacos cumplidos... :)
Besos y salud

NáN dijo...

Felicidades!!! Por casi todo. Porque siempre hay alguna cosita que intenta, en vano, jodernos la vida.

Dol dijo...

Isabel mil gracias, espero tener pronto tu libro entre mis manos, un abrazo grande.
Genin, los dos somos de aire y por lo tanto eternos, un abrazo grande.
Nán, gracias, te echo de menos, un beso.

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