lunes, 16 de diciembre de 2013

Desgraciados


Baja la luna como una oveja clara,con su blanco abrazo, y yo camino por la tierra fría del descampado mientras las perras corretean y la niña habla sin parar;a lo lejos,la Giralda parece un lápiz dorado con el que volvemos a escribir miseria y dolor en las páginas negras de los malos sueños.

Pero no,pienso;hay charcos de lágrimas por todas partes,pero también hay consumismo y las calles se vienen abajo de alegres tumultos familieros y turistas.

Un mundo como un libro abierto por páginas de todo tipo,o mejor dicho,de diferentes textos según quién lo cuenta;en una de ellas,hay un sueño pésimo de miseria que es el que ahora queremos ver en la noticia de la familia muerta,intoxicada por comida caducada.

Cada guerra tiene sus mártires,la de ahora ya forma un ejército de suicidas y muertos de hambre que aún no provoca trincheras ni barricadas:el sábado estuve a través de un día muy largo atravesando una ciudad atestada(empetá)y sobraban luces,monedas,artistas callejeros,escaparates.

Llevé a mi niña a ver luces,porque todos los españoles de buena fe,más pobres o más ricos, hemos tenido nuestras navidades en la infancia, espumillón y baltasares con la cara negra mal pintada pero sobrados de ilusión,cosa que no se puede quitar a los niños,(por qué carajo no lo ven los gobernantes,me pregunto;los llamados poderes fácticos;las garantías sociales;la PMCPI,(Puta Madre que parió a la Cabra de la Protección a la Infancia)nuevo organismo que debería financiar la Junta con la misma fe con la que promueve formaciones en el hueco pecho de los sindicatos corruptos).

Pero tranquilos,no nací ayer,yo he visto niños rondando por la SE30 en horario escolar cuando iba a trabajar con el coche,no me escandalizo,sin olvidar que no hace tanto que éramos pobres de solemnidad desde el nacimiento hasta la tumba y los niños hacían lo que podían,esto es,crecer como buenamente podían para llegar a ser viejos pobres con la medalla de una pensión.


No sé a qué viene tanto golpe de pecho con la pérdida del estado del bienestar,cuando todavía lo que no nos hemos quitado es el miedo del cuerpo,el recuerdo de aquellos pobres que éramos,los que tenían casas tan humildes que en ellas nunca se quedaba mucho tiempo la alegría.

Ayer yo vi colas para comprar cosas,incluidas las basuras comestibles tipo hamburguesa,para ver belenes,y papás noeles reventados por las costuras agitando campanillas que sonaban a advertencia, y me juego lo que queráis a que habrá llenazos en los pases de los mappings que el ayuntamiento de Sevilla ha anunciado alegremente.

Necesitamos respirar cosas increíbles,coloreadas,que cuesten dinero,que prometan ese mundo rico que tardamos tantos años en merecer.
Para qué pensar cuando podemos vivir.

Y sin embargo también ayer por la tarde,mientras yo veía piragüismo en el Guadalquivir,me cruzaba con niños pijos y perros y gente haciendo deporte,y más tarde asistía al llenazo en las calles y me volvía rosa de campanitas entre adoquines bulliciosos, un pobre diablo,el Tuerca,de Alcalá según he leído,moría en un hospital envenenado por pescado tóxico, él y su mujer de 50 años,y una niña de 14 que burlaba la miseria como podía,a lo mejor sin percibirla,a lo mejor siguiendo la ley natural de los niños de resistir lo que les toca sin quejarse.

Un salario social esperaban desde Octubre,una mierda como un castillo para los desgraciados que pagan los patos de cada granja arrasada,a través de todas las épocas,para volver locos de pena o falsedad a los retratistas de cuadros negros como Goya.

Como personajes orgullosos de un cuento triste,ellos hicieron su hatillo de desesperación y se marcharon entre vómitos de este mundo que nada les dio,a pesar de los discursos y las garantías de los bienpensantes.

Supongo que han dejado a la niña superviviente bien atendida ahora,en manos de la sociedad democrática y los servicios sociales.
Una gran suerte,como cuando en la India te sacan un ojo para que puedas mendigar.

Esta noche fría de luna mansa como una oveja,me pareció que bajaban,en dirección a Sevilla,unos cuantos desgraciados cargados con fardos,apretados con paquetes de ropa y comida,muertos como muerto estaba Dustin Hoffman en el autobús cuando llegó a su soñada Florida;caminan despacio, no saben que murieron ,aún desconcertados,dejando atrás todo lo conocido,y les extraña,eso sí,que ya no tienen hambre.

Qué alivio.




10 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Esa noticia ya está olvidada, hasta otra.

Saludos

Genín dijo...

Jo tia, que entrada mas triste, me has dejado jodido, encima que venia de leer la muerte de Peter O,Toole, el actor que me maravilló con su actuación en una de mis pelis preferidas, "Lawrence de Arabia" y que siempre me sucede lo mismo,no puedo menos de sacar cuentas de lo que me queda, que con suerte serán dos telediarios, pero que puede ser uno o...ninguno, snif, snif :(
Besos y salud

Francisco Espada dijo...

Si el Hijo de Dios naciera en los corazones de los que nos dirigen, en lugar de gastar en alumbrado público extraordinario, procurarían que no pudiera morir nadie por comer comida contaminada en lugar de multar a los que recogen de los cubos de basura. Esto es una indignidad, pero lo acallarán diciendo que ha sido de otra cosa.
Un beso.

mariajesusparadela dijo...

No sé que decir, Reyes.
Yo soy de acciones, no de palabras. Y tampoco sé qué hacer.

Maripaz dijo...

Has descrito muy bien el ambiente de estos días, con esa capacidad tuya de hacer crítica.
Un beso.

Dol dijo...

Emilio,ahora las investigaciones descartan por completo la caducidad,fue una toxina,seguramente un agente químico...a ver si frieron el pescado con aguarrás!!

Genín, no quería ponerte triste;dicen que todos tenemos una hora y que no podemos saberla.Creo que es cierto, así que tú haz como la Fontaine ,que se ha muerto con 96,y deja de pensar tonterías.

Dol dijo...

Francisco,en mi barrio se queja la prensa local de discriminación,dicen que esto está mucho menos alumbrado que DH...así que las luces de colores son proporcinales a la capacidad de esperanza.Me sorprenden estas cosas pero mientras la gente seamos lo que somos no cambiará nada:luces,luces y oropel,así olvidamos las penas...no me parece mal,pero hay un contrasentido claro con la moral cristiana que da sentido a estas fiestas.
Un beso.

Dol dijo...

Maria Jesús,no hay nada que decir...me basta con que me vengas a leer,hago interpretaciones propias de hechos noticiosos poco documentados,es un vicio que no acabo de combatir.

Dol dijo...

Mary Paz,gracias por estar por aquí.
Abrazos.

Sue dijo...

Sí que es triste sí y yo no dejo de darle vueltas, pero es que no veo solución alguna y empieza a darme la sensación de que esto está escrito y nada se puede hacer. Porque no se puede convencer a nadie (ni yo soy nadie para convencer) de que hay que hacer algo y de que es urgente además, de que ya no bastan los pequeños actos, que hay que hacer algo más grande. Unirse a lo que ya está ocurriendo, a los que ya se mueven, para ser todos UNO. Y estoy harta de hundirme y de ver cómo la gente protesta en el bar y luego se va a casa con su paletilla de jabugo regalada. Y otros pasando hambre.

La vida es así de mierdera y no hay más que hablar.

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