domingo, 19 de julio de 2015

Sesión privada




Puedo curar el oído de la perra durante siete días pero es difícil que me acuerde de suavizarme los talones.

Escribo desde que tengo uso de razón que no es lo mismo que la razón de usar a las personas,que eso es más bien una técnica.

Puedo ser despistada hasta lo exasperante pero si se me oye hablar enseguida se entiende que voy de buena fe.

Puedo estar aquí abrazada a una causa como si fuera una tabla salvadora y al día siguiente hundida en la miseria ,alternando con los microorganismos del fondo de los pozos.

¿Qué pozos,querida?

No sé,los mentales.


Usted se rasca la sien derecha,donde seguramente guardará las cuatro ideas que alberga su mundo;cada uno de nosotros tiene uno propio y bien cimentado,aunque no lo crea.

Yo me despeino y se me cae todo a los pies,y esto me ocurre con cierta frecuencia.

Quieras que no,esto da un punto de vista muy abierto sobre la existencia y sus avatares; no es lo mismo saberse a resguardo que ser una hojilla en las manos del viento y sabe qué,doctor?? No es la primera vez que utilizo esta imagen.

Dentro de quince años,si los cumplo,tendré esa edad serena en la que la gente empieza a pensar en jubilarse,yo ni siquiera tengo el cuadrante relleno a la mitad,¿no le parece curioso que me haya pasado la vida evitando sacrificarme para tener algo sólido y sin embargo haya tenido que trabajar tanto y en tantos oficios?

Al final los espíritus libres andan equivocados;

se piensan que no caerán en las garras del sistema pero acaban ninguneados haciendo de todo para sobrevivir,no importa el talento que tengan.

Dejan lo mejor de sí mismos en cada etapa laboral y no les sirve para nada,sometidos a una ITV continua,con lo fácil que es sacarle lustre a la neurona joven,aprobar unas oposiciones y luego resistir en ese puesto hasta la muerte,sin tener que hacer nada más, salvo vender incompetencia,artritis,bajas por depresión o simplemente apatía durante años sin tener que pagar por ello.

¿Se arrepiente usted de eso?

No,de eso no;
es probable que de haberlo hecho así ya estaría como muchas otras de mi generación,medicada simplemente para poder pasar la vida.

¿Y se arrepiente usted de algo,entonces?

Bueno,quizá de haber nacido,sólo por no tener que haber conocido a tanto y tanta hija de puta.

No ponga esa cara,sólo son días raros,aislados.

Días de bajas presiones,antes de la regla,cosas así.

En líneas generales me gusta todo.

Me gustan los atardeceres,los chiringuitos,la lluvia,los perros y los abrazos,aunque mi marido nunca me los dé,guardo en la memoria dos o tres que fueron muy especiales,y sé que el día menos pensado me los volverán a dar.

Como le dije,la inestabilidad trae ese punto de vista abierto sobre la existencia y sus avatares.

En el fondo de mi corazón,que es hondo y caprichoso,sigo sabiendo que todo es posible.








4 comentarios:

Genín dijo...

Jo, que suerte tienes, por eso echo tanto de menos no tener la regla para echarle la culpa de todo...jajaja
¿Que tal el tsunami de calor?
No salgo del rachito para nada, ni siquiera asomo la nariz, aunque dura hasta las 21 que luego es mucha tela para las baterias, pero ya empalmo un par de horitas y ya refresca afuera, la ventaja del campo... :)
Besos y salud

Tracy dijo...

Es cuestión de la ola de calor que estamos padeciendo, yo también estoy hundida en el más profundo de los pozos, lo mismo hasta nos encontramos allí.
Cuestión de tiempo.

Isabel dijo...

¡Qué arte, Reyes! Me asombra tu lucidez, yo estoy embotá todo el día con este calor.

Alphonse Zheimer dijo...

Recuerde que los maridos sólo damos abrazos de tanto en tanto, es la única forma en que se los puede apreciar de verdad. Es Ud. brillante.

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