miércoles, 8 de septiembre de 2010

Estadística bichera


En lo que va de año , cuatro avispas me han picado .
El otro día un grillo me sobrevoló el culo y se estampó (esto es normal ) .
Innumerables las lagartijillas pequeñas que me hacen ojitos para acabar volando envueltas en papel higiénico .
El mosquito hijo de puta, lo recordaréis algunos fieles.
Y esta noche pasada , otra vez los inquietantes frufrús, aleteos , patitas y antenas chocando contra las paredes , entre los objetos , esa ruinosa manía que tengo de acumular cosas encima de las superficies .
La siete de la mañana , fumigación Hogar y Plantas , y nada .
Finalmente lo vi .
Un precioso saltamontes color verde hoja nueva(lo que mi hija llama "verde joven ")debatiéndose en el laberinto de las madrigueras humanas.
Pero qué carajo...
Atraparlo , hacerlo volar por la ventana , qué pesadez .
Que no, que no quiero nada contigo, por mucho que hace unos días a ti o a otro como tú le dije aquello de "qué perfecta criatura , qué color , parece japonés " al verlo comerse las plantas de mi madre , verde intenso con sus ojitos color rosa para camuflarse mejor entre las flores .
No iba en serio, no quiero intimar .
Yo me enamoro , me enamoro de la naturaleza, pero siempre guardando la debida distancia.
No, esta vez lo hice bien , lo dejé vivir , se fue volando decepcionado por mi ingratitud.
Con lo que debió costarle llegar hasta mi cuarto en plena noche.

15 comentarios:

añil dijo...

Mujer cruel, que decepción el pobre.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hemos de reconocer que los insectos dentro de casa resultan inaguantables, por más que en la naturaleza resulten encantadores. Mira, si no, las simpáticas hormiguitas... Has hecho bien en perdonarle la vida al pobre saltamontes. Debe ser duro morir en llano.
Besitos, guapa.

virgi dijo...

Haz caso a tu hija, preciosa como un pestiño, seguramente lo cogería con sus manitas y le haría una cama, una casa, una mesa, algo tierno...
Atraes por lo que ya te he dicho, la dulzura, tesoro, la dulzura.
Montón de besos

Sue dijo...

A mi es que los insectos me dan un poquito de grima en general, aunque de peque cazaba saltamontes.
Muy lindo éste, por cierto. Sí.

Rodrigo D. Granados . dijo...

La próxima vez dele un besito; con suerte se convertirá en un apuesto príncipe (no vea las dietas por desplazamiento que tienen y las casas que habitan). Creo haber entendido que el grillo se quedó sin gasolina al tener que esquivar el obstá culo, con lo que asegúrese de estar tapada de cintura para abajo cuando lo haga, porque si el príncipe es como el nuestro, es que le gustan descarnadas y se pondrá a dar saltos buscando la ventana.

Rodrigo D. Granados . dijo...

Perdone, se me olvidó decirle una cosa; las avispas sólo pican cuando uno está cerca del nido, así que búsquelo con un bote de insecticida en la mano al amanecer o atardecer, convenientemente protegida. Ni se le ocurra acercarse cuando el sol esté alto (parece que eso las cabrea más). En mis dominios hay muchas avispas y ya me han dado lo mío, pero tras descubrir el lugar en que se esconden utlizo: "Voladores" el insecticida de destrucción masiva de DIA (de noche también vale)

iliamehoy dijo...

Mi relación con algunos bichos, se basa en un acuerdo tácito de no agresión; cada uno en su sitio y a sus cosas....
Claro que en algunos casos, el enfrentamiento es inevitable; como casi todo en esta vida.
Una sonrisa

Isabel dijo...

Mi hijo de pequeño lo llamaba brillo.
Yo le temo más a los mosquitos. A las que he puesto en primer lugar de mis preferidas es a las cucarachas desde que me he enterado que unos juguitos de su interior nos van a curar de las superbacterias. Y, además, como hay de sobras no vendrá mal suprimir algunas para que no nos inunden.
Besos

Sila dijo...

En Madrid, la verdad es que quedan pocos de todo... y cuando se cuela alguna que otra salamandra en casa, me gusta verlas adheridas a la pared y como observan con esos ojillos tan negro intenso, si las consigo coger (con cuidado para no lastimarlas o arrancarles sin querer parte de su anatomía) me las arrimo a la cara y están fresquitas.
De pequeña perseguía el sonido de los grillos en verano y si les encontraba, algunos les metía en un bote agujereado y les ponía lechuga y hierba para que pudiesen sobrevivir en casa durante un tiempo y después les liberaba antes de mi regreso al cole. No me importa que entren insectos en casa (no que me invadan) igual que entran salen, a ellos no les interesa compartir nuestras vidas... las cucarachas son las que más incordian por el hecho de que estas sin son “cochinas” al igual que algunas moscas de cabeza verde. Puede que el que no le tenga miedo o no me molesten es debido a haber vivido en un lugar donde o tragas con los insectos, culebras y animales salvajes o simplemente te
marchas del lugar. Por eso, cuando veo a la gente correr por una lagartija (aunque lo entiendo) me parto el culo…
Un besote muy fuerte,amiga!

NáN dijo...

Todo tiene su lugar, qué carajo. Lo mismo hacen con nosotros en la selva cuando nos perdemos en ella, ¿no? El Orden Supremo, se le llama a esto.

carmen dijo...

"No iba en serio, no quiero intimar"... que luego pasa lo que pasa. Una se enamora de ese verde intenso, o del aleteo, o del vuelo en rasante, y va colgada del bichito a todas partes...
Besos princesa

Anónimo dijo...

Esto... yo no es por nada, pero todo lo que relatas, y tus sensaciones, y el modo cómo atraes a los insectos, todo apunta a que es posible que te estés convirtiendo en una mantis religiosa ;-)

Raúl dijo...

Pobre bicho... Te va a cortejar y pasas de él. ¡Desagradecida!

Anónimo dijo...

¡Ay señor! que hay ingratitudes que matan, ¿eh?

Anónimo dijo...

Ojú, yo que vivo en el campo, me has hecho revolverme en el asiento. Suelo espantarlos, agitando los brazos como molinos, pero, eso sí, no perdono ni a las arañas ni a los mosquitos. Son unos asesinos; como me descuide, me matan a picaduras. Así que me he hecho amiga de los escobones y del Raid. Lo que yo te diga, mano de santo :P

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