Corazón de patata

Demasiados años había pasado en pos de aquella historia estéril que le volvía denso el corazón .
La primera vez , después de estar con él jugando en la cama,el viento de Septiembre abrió una tormenta inacabable que sacudió los árboles y mantuvo el cielo gris durante horas; ella se despertó y supo que era un amor loco , como también sabía que el deseo no puede sembrar nada .
Y aun así esperó.
"Mi amor puede provocar tormentas "se dijo sintiéndose culpable , sabiendo que morirían inocentes pájaros anegados por el torrente y se estropearía fruta y algún que otro viejecito no podría salir a dar su paseo de final de verano "pero su fuerza también sirve ".
Era una mujer convencida de la validez de los sentimientos ; ni cien mil estadistas ni cuarenta mil psiquiatras , ni siquiera un papa que viniera a aporrearla con su trono, podrían hacerla abjurar de los mandatos de su cuerpo .
Sabía que la mujer y la naturaleza son lo mismo , así con sus estaciones, lágrimas , caprichos absurdos pero tambiém solemnes prioridades para proteger la vida ;por eso quizá se atrevió a soñar una abundante cosecha donde sólo había campo baldío.
Él tenía nudos como un árbol , entendiendo como nudo esas deformaciones que dejan las heridas , y aunque ella hubiera querido arrancárselos con los dientes para limpiarlo de la desconfianza y el temor , ni siquiera tuvo la oportunidad de saber dónde estaban , tuvo que conformarse con memorizar los lunares de su espalda y sus gestos de hombre mortificado.
Las ridiculeces que dan tanta rabia en otros ; el tono de su voz pausada y falsa; la verdad inconsciente de sus manos nudosas , sí, y los besos que movían montañas dentro de ella y la arrastraban mar adentro contra su voluntad .
Flotaba después , desnuda y sola, y se hacía pajaritas con las palabras de amor no dichas , en el juego de su respiración , que se alteraba al abrazarla ; el principio de ese baile que siempre termina mal , con dos al inicio y uno solo (casi siempre mujer aunque no siempre)flotando a la deriva en la última nota .
Ella lo probó todo ; quiso amarle como era y como se lo había imaginado; quiso humillarle y olvidarle y quiso que entendiera que no era más que una mota en el ojo del culo de la hormiga de su pensamiento ; todo menos decirle la verdad ; aun fatuo y perplejo y cabeza hueca , para ella oír su voz era sentir el corazón ligero como un pajarillo que no teme ahogarse .
Una palabra suya cambiaba el color de la jornada y todas esas mierdas.
Sí, como en las estúpidas canciones de amor.
Demasiada repetición y demasiadas flores muertas para un simple deportista.
..
Y sin embargo volvió a suceder:
cruzaron un campo de girasoles , subidos a un tren de cercanías ,un mediodía de Junio , aniversario de cuando se conocieron .
Ella se volvió a poner el sayo de mendiga para pedirle un poco de amor , y él se lo dio.
Nunca se lo negaba ,bien es cierto ;
pero después se marchaba como cumplido el trámite,( no hay varón sano alguno sobre la tierra que no quiera cumplir con la ley de caridad horizontal , o al menos ella no lo había encontrado;) .
Aquella vez , cumplidos cinco años de la primera , tuvo ganas de llorar .
De abrazar su tronco con olor a hombre y poder llamarlo como le diera la gana , sin teoría ni práctica ni hombres ni mujeres ni cifras ni estudios.
Supo que sus tormentas ya no eran tales , sino mascaradas para poder seguir viéndole; la cosecha no vendría nunca ,nunca , nunca.
Así que pidió cita con su hada madrina , que era muy feminista.
Ésta consultó uno de sus cojones de cristal y habló así;
"Niña, la verdad es que has dedicado demasiado tiempo a este geranio ; su corazón es bueno , no te digo que no ,puesto que nunca te prometió nada ; aunque pudo ahorrarse el cortejo , la verdad, tanta llamadita y complicidad si no pensaba bajarse del burro no me parece muy honesto ; pero él sabrá ,eso no es cosa tuya ; a ver , para librarte de su influencia y que no haya más tormentas , te voy a hacer un conjuro; convertiré tu corazón en algo útil para que no vuelvas a usarlo en vano" .
Y levantando su varita mágica , que tenía la medida de siete nabos senegaleses , decretó que el corazón de la mujer se convirtiera en una hermosa patata cada vez que sintiera deseo por aquel hombre.
...
Lo malo es que desde ese momento hasta hoy , el hada madrina no ha hecho otra cosa más que comer patatas fritas, asadas , en tortilla o aliñás , y les está cogiendo una manía terrible.
Sin contar con la sospechosa forma que traen algunas papas ;
algunos malintencionados afirman que para ciertas mujeres , el coño y el corazón son la misma cosa.


(Para el concurso de Junio de Paradela , suerte a todos ).