miércoles, 25 de enero de 2012

El mundo es una pelota de Nivea

Me llamo M punto R punto y tengo tres años y medio,casi cuatro.
Crezco en una azotea de la calle Becas de Sevilla bajo un sol despiadado que me dibuja sandalias sobre la misma piel y que me ha vuelto sureña de por vida.
Tengo los muslos gordos y los ojos chinos pero no me importa porque todavía no he aprendido eso de que las mujeres tienen la obligación de ser bellas.
Mi padre es un joven simpático y atractivo que me hace sonreír para hacerme la foto,y mi madre es apenas una doncella que estrena la juventud con una maternidad prematura.
También viene mi abuela los jueves y me trae caramelos con forma de mandarina que agradezco con una sonrisa tibetana.
Dicen que me parezco a mi padre pero yo aún no sé quién soy ni me preocupa,como tampoco me importa llevar las espinillas llenas de cardenales.
Soy feliz,aunque a veces tengo miedo,como aquel día que me desperté y vi que estaba sola.
El silencio suena y cuando una niña lo comprueba ya no lo puede olvidar nunca.
Pero el mundo me gusta,el mundo está bien;
en mi azotea tenemos un cielo azul limpísimo en el que a veces un avión dibuja letras blancas que anuncian algo, y yo sé que me gusta estar aquí.
Me gusta jugar con agua y mi bañador de rayas y las canciones que canta mi tía;me gusta sacudirme en la mecedora de mi abuela,que araña el culo,y se puede plegar y dejar apoyada en la pared .
Me gustan las tardes y los días y que mi padre me haga caso y mi madre me prepare sopa de estrellitas y un filete de ternera para que siga creciendo.
Todavía no sé que las mujeres cuando crecen tienen tetas y obligaciones.
Ni siquiera sospecho que fuera de la azotea nada será fácil.
Que tendré que tomar decisiones equivocadas,maltratarme por tener los muslos gordos y los ojos chinos,negarme el pan y el cielo azul cuando el amor me falle,arrastrarme por el suelo como la serpiente bíblica cuando quiera ser madre,que tendré que escribir para no morir de hastío o de angustia ,que seré una salvaje que no coloca ni una coma en su sitio;todavía no sé quién soy ni quién voy a ser,sólo existo como existen los niños de todo el mundo,en las llanuras de Mongolia o en las aldeas africanas,jugando con arena o con agua,sin pedir demasiado ni barruntar malas noticias,sólo siendo.
Con tres años y medio,casi cuatro,no conozco el colegio ni las cabronadas de la aldea; sonrío sin saber si por fea o por guapa o por lista o por tonta me negarán o me regalarán,sólo sé que me gusta este mundo.
Un mundo que no pesa y que puedo sostener sobre mi cabeza porque es una pelota de Nivea.

26 comentarios:

Anónimo dijo...

Madre mía del amor hermoso, ¡qué preciosidad de entrada, Reyes! De todas formas, aunque el tiempo nos haya estropeada, al menos tenemos suerte de que nuestra infancia fuera exactamente como la describes (a mí, mi madre, en vez de filetes de ternera me ponía criadillas -¡buaj!- que según ella tenían mucho alimento; no sé qué pretendería...) En otras partes del planeta, existen niños que sí saben lo que pesa el mundo, o el agua, o sus hermanos más pequeños, o las piedras, o los ladrillos de adobe que portan de un lado a otro durante todo el día. Besos y enhorabuena por escribir así de esta manera...

mariajesusparadela dijo...

Precioso.

Genín dijo...

¿Que te puedo decir?
Que es una preciosura lo que has escrito, como está escrito y su significado, incluso la dureza, que la hay, tus palabras la azucaran sin empalago, genial guapa, ¡Genial!
Salud y besos

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Maravilloso texto!...preciosa manera de mostrarnos el que fue tu mundo Nivea!.
Ojalá pudiéramos eternizarnos para siempre esos mundos...

Un abrazo.

Francisco Espada dijo...

Hay un tiempo de la feliz felicidad, un tiempo en el que todo lo que ocurre es en favor de esta criatura, un tiempo para pararlo, para congelarlo y conservarlo, pero pasan los días, arrastran las semanas y éstas a los meses... pasa la vida y la vida te pasa por encima.

Tracy dijo...

Quémaravilla de entrada, cómo he disfrutado leyéndola, me ha transportado a mi infancia con mi balón de nivea como juguete del verano.Gracias por manejar tan bien los sentimientos.

Ana dijo...

Fantástico Reyes, cuando las sensaciones de la infancia empujan porque quieren salir, lo hacen acompañadas de cierto dolor y de sencilla belleza.

Un saludo

emejota dijo...

Así es la vida, cuanto antes se tenga claro, mejor para el consumidor. Bs.

Sue dijo...

Lo que daría por tener una azotea donde vivir el mundo.

Preciosa entrada.

(me hiciste echar de menos mi pelota de nivea y mi goma de camión -que era mi flotador-).

Nieves Martín dijo...

Me gusta M. R.
Me gustan sus ojos chinos,
Me gusta como sigue viendo la vida sobre otra azotea quizás...
Me hubiera gustado poder visitarte, ser amigas los tres años como lo somos ahora,
Olvidar el futuro y vivir en ese pasado y jugar una de esas tarde con la pelota de NIVEA.

Me encantó esta exposición de pensamientos y sentimientos.

Mil Besos :)

Emilio Manuel dijo...

A esa edad, cuando aún no existía el ordenador, el mundo era nuestra casa, nuestros juguetes y poco más. Hoy nada de eso existe, los niños, desde que nacen, han perdido cierta inocencia.

Un abrazo.

añil dijo...

Cielo, eres un perfecto regalo.



¿Sabes? esta entrada me ha hecho recordar esas pelotas de nivea que tiraban la avionetas en la playa y esas capas de crema que mi madre me ponía para protegerme del sol y que me dejaban como un camarón cocido.

Mil besos

Isabel dijo...

Me encanta lo que has escrito y cómo. No dejes de hacerlo.

ABRAZOS.

O SuSo dijo...

Genial, es eso, ser, sólo ser y sentir que en ese momento TODO es perfecto. Como nos cuesta y que fácil cuando se es niño o se vive como el niño que llevamos dentro, tan fácil como eso, sólo siendo.

Me ha encantado esta entrada, creo que aún tenemos esperanza.

Besos mujer de muslos gordos, ojos achinados, decisiones equivocadas, comas mal puestas...mujer perfecta!!

Montserrat Sala dijo...

yo no sé si gozarás escribiendo, como lo haces, pero te aseguro que a mí, me da el telele, de leerte.

Gracias amiga.

San dijo...

Maravillo Reyes, esa niña es feliz con su pelota, sentada en la butaca de la abuela, mirando el cielo azul desde su azotea, eso queda dentro para siempre, otros muchos niños no tienen esa suerte y el mundo ya se les hace bola.
Que esa felicidad regrese.
Un abrazo.

trinidad dijo...

Gracias Reyes, me has trasladado directamente a mi infancia y a esos momentos en que lanzaban en la playa balones de Nivea desde avionetas a las que yo saludaba siempre con insistencia pensando que me verían y me tirarían más balones que a los demás.Besos .

José Vte. dijo...

Vaya retazo de vida. Tendrás las piernas gordas y los ojos achinados con sonrisa tibetana, pero tienes una cabeza y una mano privilegiadas.
¡Collons!

Un abrazo

Raúl dijo...

Ha sido un encanto leerte, M punto R punto.

Salvador Navarro dijo...

Una niña como la tuya seguro que verá el cielo muy azul cuando crezca, porque no todos tienen oportunidad de tener una madre que aún sabe reencontrar su niñez y cantarla sin pudor

virgi dijo...

¡Qué monería de niña!
Alza el balón con la facilidad de los niños, con la sonrisa pura y serena de tener los sueños al alcance de la mano.
Eres un tesoro y que bien que fui aquella tarde a Playa San Juan, aunque no hubiera sol ni pelotas para jugar.
Mi abrazo más fuerte, Reyes querida.

Mariluz GH dijo...

Preciosidad de entrada, niña :)

un abrazo

Larisa dijo...

Joder, socia, cuando te pones, te pones. Ni Chapis se pone igual, y mira que Chapis se pone.

Ya me callo.

Tienes correo. O tendrás esta semana, ya sabes que la vida 1.0 es imprevisible.

Petons.

Dol dijo...

GRACIAS A TODOS POR VUESTROS COMENTARIOS.
Muchos besos y abrazos,sois la pera limonera.
Gracias.

Trini Reina dijo...

¡Qué grande eres Reyes!

Dices como nadie lo que todos querríamos decir, lo que todos quisiéramos arrancarnos del alma a palabras.

Besossss

Dol dijo...

Trini,no vi tu comentario,gracias a ti.
Y besos.

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