Lluvia y más preguntas

No sé por qué lo haces
pero me abrigas con un curioso manto
que acabamos compartiendo sin pensarlo;
no me cuesta nada envolverte
ni envolverme yo en tu pureza
en el crujido de raíces amorosas
que se abrazan a un cuerpo femenino:
esto es muy raro para una exiliada
acostumbrada a vivir en campamentos;
será esta fragilidad que llevo dentro
como el rumor sordo de una fuentecilla
lo que te inspira a guerrear de esa manera;
será que intuyes que mi pequeña vida
transcurrió entre barro y flores
que mi fertilidad no encontró hueco entre las rocas
y mis despliegues tuvieron mucho de suicidas.
No es que quiera ser ceniza ni espinosa
pero me extraña esta facilidad desnuda
la suave pendiente que promete
olas de mar y blanca espuma
en cuanto sea capaz de atravesar mi mente
que es como un chiquillo malcriado
no para de gritar
ya no la escucho
pero se empeña en que recupere
lo que ella llama mi verdadero nombre.
No la obedezco
ya no me llamo así
estoy cambiando
trastoco los desiertos por los valles
donde duerme mi más verde esperanza
y aunque caiga
aprenderé a vivir de otra manera
aunque sea lo último que haga.




(Llueve ,por fin.
Y el domingo,manifestación).