lunes, 30 de noviembre de 2009

Obsesiones, catálogo





Noto que me estoy haciendo mayor porque me obsesiono mucho.

Yo, que estoy por encima del bien y del mal, o sea, de los tensiómetros, de los planes de jubilación y / o de ahorro , del bricolaje y el colesterol , y sobre todo, del deseo de vivir eternamente , (ya son conocidas mis tendencias suicidas ) , resulta que en realidad soy una cagada de cojones .

Hace unos meses me hicieron una endodoncia en un diente frontal superior, la vulgar paleta que Bugs Bunny asoma por encima del labio , ( en la derecha ) y desde entonces no he superado el trauma de saber que es posible sufrir caries "también " en las piezas dentales que se ven .

No he perdido el diente , de momento, pero está muerto el nervio y la sensación de que ya no es lo mismo porque está endodonciado no me la quito de encima ni a tiros ; para colmo empecé a tener sensaciones , de brisa del Atlántico deslizándose por ese estrecho de Gibraltar en miniatura esmaltado en gris que son mis paletas , y el mosqueo ha ido en aumento hasta el punto de que no hay espejo del tamaño que sea que no sufra mi morisqueta supervisora .

Desde luego no seré yo la que este año le dé un mal bocao al turrón duro , porque se me quedaría seguro, y por algo me he venido a vivir al lado de una vía de tren , que entre salir a la calle sin dientes y morir en los fríos brazos de Renfe yo lo tengo clarísimo .

Bueno, ésa es la obsesión A ; la B comenzó hace dos meses, con el sangrado de encías ; cuando uno teclea esas palabras en Google sale la palabra "leucemia " , así del tirón ; me acuerdo de esa noche en que casi lagrimeaba pensando que iba a morir joven , después de tanto quejarme , y me daba una pena horrorosa en el fondo ; luego observé que las placas de sarro ocultas , aquéllas que no se pueden evitar con los simples cepillados, también provocan sangrado, y me compré un enjuague gingival y mano de santo, que de eso no me morí .

El otro día observé con preocupación que he empeorado de la espalda , y desde entonces no hago más que relacionar el nombre del gimnasio para mujeres en el que estoy apuntada ("Curves") con la curvatura de mi escoliosis , preguntándome si querían decir eso con el nombrecito, que si tienes chepa , te la estiran el doble, por muy duros que las máquinas hidráulicas transformen a los bracitos; es mi obsesión C , la de haberme puesto en manos de gente que no son fisioterapeutas , y encima haber firmado por un año, como los artistas .

La obsesión más repetida , sin embargo, tiene que ver con el peso ; y no es que yo esté anoréxica , que si me cubriera con el poncho de Chavela Vargas como vestimenta habitual, no sería mala idea .

No, no es por el físico ; son los pesos en plural, las básculas .

Tengo una especie de harén de pesos a los que me resulta imposible no hacerles caso, si me los cruzo ; me gusta preguntarles en cada momento si estoy más delgada o más foca , y no importa que en la misma semana los haya usado varias veces .

Uno de ellos está en una farmacia de Montequinto, cosido a mis recuerdos por ser ésa la época ave fénix tras mi divorcio, las largas caminatas con la niña , los días de guardería y los primeros tonteos con intenné; el esbozo del deseo de cuidarse , empezó ahí .

Ése es el basic ,digamos; otro lo tengo en una parafarmacia del mismo barrio , que siempre me da un poco más y por eso lo odio , pero ya le tengo pillado el punto y no se lo tengo en cuenta .

Cuando él dice 77 , sé que en realidad son 76 , y ya está; sólo tengo que restar uno a lo que me ha dicho el de la farmacia , tampoco pasa nada ,hay que ser comprensivos con la forma de ser de cada uno. Éste sería el medium.

Luego está el del herbolario de Carrefour , donde sólo entro para pesarme , ( si voy con la niña, compro un jabón en forma de sol o caballito de mar ) , que sería el más cercano a mi casa .

Y el premium es otro ejemplar de farmacia que te cobra 50 pelotes , y a ése sólo me subo cuando de verdad pretendo adelgazar , el día antes del inicio , (aunque suelo volver tres días después a comprobar mi fracaso ).

Decididamente , tengo que encontrar otra forma de pensar /actuar .

O eso , o dejar de compadecer a los hombres mayores que se quedan embobados mirando las obras , fascinados detrás de las vallas.

Que no es que sea malo , pero conlleva un cierto nivel de aburrimiento y/ o vacío existencial.

Más o menos, como mi juego de las básculas .



7 comentarios:

Fran dijo...

Te entiendo como mujer bella tu obsesión por las báculas; me preocupa que se vaya a ocupar de tu espalda quien no sea un fisio y lleva cuidado con los compromisos para un año porque ahora todas las conversaciones telefónicas están grabadas y si miras un folleto de publicidad ya es para que lo mires un año.

Pero tú eres demasiado lista para que esas preocupaciones se conviertan en realidad si un día algo te puede perjudicar seriamente.

Yo te cuento: me peso una vez a la semana ( y no tengo exceso de peso a resaltar) y no miro las vallas publicitarias ni me aburro jamás.

Miro a las mujeres, lo haría mucho rato contigo, estoy seguro, hay motivos para ser utilizado en favor mutuo: del mirador y la mirada. Eres muy guapa, Reyes Uve.

Un beso joven y bien de peso como tú, estoy seguro.

añil dijo...

¿Lo de la báscula es un entretenimiento? menuda carrera proscesional. Seguro que cada uno dice na cosa, son así de capullines.

Lo de la espalda es más serio, anque si el monitor del gimnasio está bien, puedes sacrificarte, un año pasa en nada.

Anónimo dijo...

Hola, Reyes, me has recordado un par de cosillas, desde el primer sillón de tortura de mi infancia (mi primer dentista), hasta el peso que tenemos en el cuarto de baño que funciona al revés que el tuyo: marca dos kilos menos de lo que en realidad pesamos y lo descubrimos por el broncazo que nos lanzó el veterinario al decirnos que la caniche pesaba un kilo de más...¿de más? ...pero si el peso de casa dice que pesa 4 kilos...pues no...a partir de esa tarde, comprendimos todos que llevamos dos kilos más a cuestas, pero...¿y el subidón de adrenalina que tuve cuando en un despiste del veterinario, me monté de un salto en el peso gigantesco que allí tienen para los mastodontes? Me confirmó esos kilos de más XDDD

Por cierto, mucha suerte también a ti en las opos ;)

Miguel Baquero dijo...

Madre mía, tenías que ver tú como tengo yo los piños, y sobre todo como los tuve en tiempos. Miedo me da recordarlo. Y la espalda después de más de diez años tirando de un carro...

Plumalba dijo...

(Atención+Intención+Acción)·Continuidad = TRANSFORMACIÓN

BB dijo...

¿Y no tienes una en el baño? Son fantásticas.
Jamás les crees. Eso es lo divertido.
Un beso, guapa, que no necesitas que te lo
recuerden.
BB

carmen dijo...

Bueno, obsesioncillas, no presumas...
Y Reyes, que las personas mayores sigan las obras es tierno, es de una vida que puede obervar, detenerse, disfrutar del poco a poco. Fíjate que me has inspirado un post!

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