jueves, 12 de enero de 2012

El fin del mundo ( para Relatos del jueves).

El último día del mundo amaneció lloviendo.
Una espesa línea oscura cubría el horizonte y volvió grises los mapas en los libros de texto de los niños,que el día anterior no hicieron los deberes;para qué,habían dicho sus madres,atascadas en remordimientos que ya no tendrían arreglo nunca.
Hubo quien se acomodó en el cementerio,frente a la lápida de alguien amado,para estar juntos en el momento final;"que lo último que vea escrito sea tu nombre",pensaban los viudos enamorados;"madre,ya vamos a vernos",decían los hijos creyentes;(lo mismo las madres desoladas);"yo caeré en el mismo agujero que tú para que nuestros huesos se mezclen",dijo un ateo que decidió también ir al camposanto y que sintió latir un punto romántico frente al sepulcro de su gran amor.
Quien no tenía el amparo de la fe pasó el día deambulando,comiendo jamón de Huelva o chocolatinas,robando ropa de los escaparates saqueados sólo para ver cómo le quedaban esas otras personas que jamás se había atrevido a ser;así doña Herminia se puso minifaldas de leopardo y probó eso de llevar el culo atravesado por el hilo de un tanga,y Rosita la calentorra se cubrió hasta la garganta con una de esas fajas de color carne que veía en las mercerías de barrio para señoras enemigas de su propia piel.
Todo fue un despropósito,como en cualquier fin del mundo que se precie.
Manuel, que era un desempleado alcohólico,se sintió liberado porque ese día le tocaba sellar el paro.
"A la mierda"-pensó,"ni a la reunión tengo que ir esta semana".
Exactamente igual que María,enferma de riñón que estaba harta de la diálisis,y Alicia,que estaba contratada indefinida en una oficina llena de retrógrados e indeseables;y aquellos que ya no tenían que dejar la dieta para el lunes, ni renovar el DNI,qué alegría;fueron muchos los que se alegraban en cierto modo del final,porque no es lo mismo morir sabiendo que el hijo puta del mundo va a seguir girando sin ti.
Que la cervecita fría seguirá existiendo y los besos y los polvos mágicos y las sonrisas y la gente feliz y la vida seguirá latiendo como un corazón muy rojo y enorme mientras a uno lo entierran en un cutre agujero.
Claro que también hubo lamentos y gritos desgarrados;los que soltaban los banqueros,los políticos y cierta chusma que llevaba en ese momento una vida interesante y erotizada con programas de TV,poder y dinero.
Todo eso que el ángel terrible se llevaría entre las manos blancas para enterrar almas que es mucho peor que enterrar cuerpos,porque en el fondo todos los cerdos temen a san Martín, que debe ser de todo menos majo.
Con esto se cumplía la regla básica de cualquier fin del mundo decente, que es su lectura ejemplarizante,la necesidad de hacer borrón y cuenta nueva para un nuevo comienzo sin pederastia ni violencia ni injusticia.
Sin embargo,con los cerdos temblando y las ciudades destruidas y la capa de ozono hecha una bayeta con agujeros,dieron las seis de la tarde y no ocurrió nada.
"Una prórroga" -dijo Obama por la tele-"tenemos otra oportunidad".
(Ya su equipo estaba devolviendo el cohete al garaje,la inactividad profética había interrumpido su huida a la luna).
Sí,una prórroga.
Un mensaje en el cielo,un comunicado urgente.
Otros mil años de vida en la tierra para que volváis a hacer de ella el jardín que era,mamones.
Que no os enteráis de nada;que sois Edad Media pura y todavía tenéis tanto que aprender y destrozar;pero acordaos de que siempre estaremos aquí,vigilando para que cuando llegue el momento alguien pase la escoba y quite los restos de la fiesta;los humanos del futuro ya lo sabemos todo,que no hay principio ni fin ni intermedio,sólo un viaje para aprender lo indispensable.
Esto es lo que de verdad dijeron los mayas, que siempre tuvieron la costumbre de preguntarle al cielo quiénes somos.
Y seguro que llegaron a saberlo.

(Este texto es para San,que me invitó a participar en la convocatoria de relatos de los jueves;no tengo tiempo para leer las demás aportaciones,pero me gusta jugar y espero que os divierta la mía;gracias por pensar en mí y no dejéis de abrir la mente y la vida porque ya sabéis ,no hay principio ni final y por lo tanto tampoco deberíamos tener miedo, ni siquiera a las primas de riesgo.
Vuelvo en unos días).

21 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

jejeje Realmente me gustó. Las distintas miradas ante la alternativa cierta de un próximo final me pareció muy bien pintado. Y el detalle de Obama siendo el portavoz oficial de que se nos ha dado una prórroga pone el relato otra vez en la realidad de lo cotidiano...no creo que por miedo actuemos diferente. Tal vez cambiaran ciertas previsiones para prolongar las cosas un tiempito más , pero en el fondo, si no cambiaran las cosas radicalmente seguiriamos siendo igual de inconscientes e impertinentes!

Un saludo juevero.

Francisco Espada dijo...

Nada acabará mientra haya alguien que relate las rutinas diarias. Un abrazo.

José Vte. dijo...

Un relato "muy de Reyes", con tu maestría habitual. Irónico y divertido. Vamos que sólo te ha faltado añadir un fin del mundo "como Dios manda".

Muy bueno Reyes.

Un abrazo

Genín dijo...

Niña,eres absolutamente genial, de verdad, he gozado como un enano inteligente!
Gracias por tu ingenio generoso y además gratuito.
Besos y salud

San dijo...

Con esta prorroga que se nos concede seguiremos como estamos, así la mar de ilusionados, cada cual en lo suyo aunque algunos en lo suyo y lo ajeno.
Has pintado divinamente este paraiso que nos rodea.
Gracias Reyes por aportar tu divertida ironia.
Un abrazo muy grande.

Isabel dijo...

Jajaja, eres única, yo me quedo contigo y con el jamón de Huelva, si morimos que sea "jartita de lo gueno".

Abrazos.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Me ha gustado. Supongo que todos esos retazos de vidas humanas serían posibles si viniera ese final del mundo; pero ahí está Diós para darnos otra oportunidad, a ver si aprendemos.
Un saludo

Anónimo dijo...

Me ha gustado la actitud de los personajes de tu relato en el sentido de hacer aquellas cosas de las que no eran capaces por vergüenza, por miedo, por perjudicial o dejar de hacer las cosas obligadas. Libres de pudores y obligaciones, ¡total, si esto se acaba, pues aprovechemos!. Irónica y divertida visión de ese final del mundo.
Un abrazo.

BB dijo...

Una historia muy divertida. No sé realmente qué haríamos si eso del fin del mundo fuera una certidumbre. Lo que sucede es que nos lo han avisado tantísimas veces, que no hay quien se lo crea.
Si se tratara de algún tipo de cataclismo, no habría tiempo para irse "de tiendas"...
Yo me he reservado un puesto en el cohete de Obama.
Abrazos
BB

Nieves LM dijo...

Muy bueno Reyes, ameno, inteligente y con moraleja y siempre con ese sentido del humor que te caracteriza. Enhorabuena por el texto. Salud.

NáN dijo...

"Allí van los señoríos derechos a se acabar e consumir"

Ese sueño de Jorge Manrique es el sueño de los pobres mansos.

En fin, que me gustaría ver a doñá Herminia con minifalda y silbarla y pìropearla.

Natàlia Tàrraco dijo...

Lástima, ese fin del mundo permitió que muchos y muchas se dieran al jolgório total !total! si mañana se acaba todo, a disfrutar.

Lástima que sea necesario un aviso, un truco, un montaje, un augurio una profecia para despertar del letargo y darnos a lo que queremos hasta que amanezca el apocalipsis.
Y los cerdos temblando, se acabó el negocio, un dios ¿a saber cual? mandó a parar.

Lástima, insisto, que después todo fuera un montaje desde arriba ¿alguien lo dudaba? ¿Cuántos fines del mundo hasta hoy? Les aprovecha sembrar miedos desde hace siglos.

Excelente forma de conocerte Reyes, significa tu blog un regalo de ídem, algo retrasado. Nos vemos !salve y besitos!
Por favor participa en más JUEVES.

Sue dijo...

Me he sentido identificada con Alicia, la que trabaja en esa oficina, en fin...
¿Y no se podría hacer un fin del mundo solo para los indeseables? vamos, digo yo que es la solución más práctica. A qué vamos a pagar justos por pecadores. No me parece ni medio bien, así que venga, fin del mundo para los responsable del expolio mundial que ya sabemos todos quienes son.

Besos.

Mariluz GH dijo...

Ya ni las profecías son lo que eran ;) espero que a doña Herminia no le hagan devolver la minifalda de leopardo ni el tanga jejeje

un abrazo

Sindel Avefénix dijo...

Maravilloso enfoque del tema desde varios puntos de vista.
Muy bueno :)

virgi dijo...

Entonces ¿te vas por lo del fin del mundo? Mira que eres lista...no, si ya sabía yo...

Medea dijo...

Me da que a Herminia le va a gustar la sensación del hilo del tanga atravesándole el culo y espero que para el 2013 ya se habrá acostumbrado jajaja el primero resulta un poco incomodo.Buena visión de lo que podria ser ese final para los que creen que el globo volará en pedazos.Un besso.

casss dijo...

Me gustó mucho leer tu relato.
y remarco estas frases en especial:

Todo fue un despropósito,como en cualquier fin del mundo que se precie

"Una prórroga" -dijo Obama por la tele-"tenemos otra oportunidad".

sólo un viaje para aprender lo indispensable.

Un gusto visitar tu blog.
Abrazos jueveros.

Marisa dijo...

Muy bueno,me has hecho pasar
un rato muy divertido principalmente
desde el punto de vista de "la chusma" porque se les acababa
el chollo.

Un abrazo

Juan Carlos Celorio dijo...

Una curiosa visión. Pues vaya, una vez que todos se han hecho a la idea, va el mundo ¡y no se acaba! Y al día siguiente todos con cara de tontos.
Saludos.

Raúl dijo...

Para Sam, y ahora también para mí, que lo he leído.

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