viernes, 30 de noviembre de 2012

Pequeños afectos,no sé







He necesitado un par de días para digerir la tarde del martes,y no soy la única.
En la sala de la clínica veterinaria un pequeño bulto arropado con una chaqueta masculina esperaba a ser atendido,como yo esperaba para recoger a nuestro propio bulto blanco con patas,un ser vivo a quien a menudo atribuimos cualidades humanas como el amor incondicional y la empatía,puede que también la lealtad,no lo sé.
Yo tengo tendencia a atribuirle a mi perra mis propias taras,como el despiste,la flojera de sofá y brasero,la tranquilidad como forma de vida,y quizá sea por eso por lo que nunca ladra sin motivo y no suele saltar ni hacer ruido.
Yo soy un poco burra y por lo tanto no me considero animalista,pero tampoco del todo humana;sé que no se pueden esperar comportamientos humanos de los animales pero tampoco tengo muy claros los límites entre especies.
Sé que a veces una persona puede ser más cruel que las tradicionalmente crueles hienas,y también sé que hay monos que serían más competentes que ciertos ministros;desde luego no tengo ninguna duda de que cualquier delfín de tamaño medio es más interesante que Ana Botella,y que Aznar es más feo que un perezoso con estreñimiento,quien por otra parte,también podría aportarnos mejores dosis de paz para el planeta (el perezoso,digo).
Digo estos nombres como podría decir cualesquiera otros,pero teniendo en cuenta que está de moda el humor inteligente tipo Arturo Fernández,y que tengo un pensamiento rojo intenso de corte tradicional,es lo que me sale,cada uno tiene sus limitaciones,y por suerte una no es mala persona porque si no, sería esa especie de folklórica cabreada llamada Antonio Burgos.(qué suerte tienen los lectores del ABC,estoy por cambiarme de bando).
En fin.
Sigamos.
Supongo o me gusta suponer que en los tiempos antiguos de la España nacional católica Manolete ,que era un depre,no podía ser otra cosa que torero pero a lo mejor con otra educación hubiera sido poeta;y el toro que lo mató no tenía la mala leche que le atribuían,porque también hizo lo que le mandaron sus coordenadas espacio temporales y con ella preñó el aire españó de una especie de mala leche permanente que luego heredarían los hijos de la patria.
No sé.
Yo quisiera volver a ese pequeño bulto que os decía que esperaba en la sala de un veterinario,el martes pasado por la tarde.
Era un perro tipo Pancho cuyas patas parecían demasiado tiesas; a su lado una mujer,que antes lo había sostenido en su regazo,lloraba en silencio.
Yo me sentí exactamente igual que cuando uno está en la sala de un hospital y sabe lo que está pasando otra familia; esas situaciones en las que nos convertimos en espectadores de un drama ajeno y se nos encoge el corazón aunque no vaya con nosotros.
Creo que se llama empatía,pero no estoy segura,porque últimamente meto mucho la pata al escribir.
El caso estaba claro; aquella pareja (que se turnaba para sostener al perrillo) estaba allí para acompañarle en su último minuto.
Cuando los llamaron,tuve serias dudas acerca de la separación animal-humano,afecto grande-afecto pequeño,amor-simple afección,mascota-familiar.
Incluso empecé a divagar sobre la conveniencia de clasificar a la familia en categorías; madres-mascota,novios o maridos -mascota,hijos-mascota ,abuelos-mascota,(también mascotas útiles que hacen de niñera),y menos mal que la puerta se abrió y me rompió los pensamientos.
Salió la mujer sola bañada en lágrimas y yo muy seriamente la compadecí.
Cuando nos tocó entrar a nosotros,la pantalla del ordenador seguía abierta con los datos del último servicio y una,que es lista como el hambre,se la leyó enterita;(a veces pienso que es muy cansado fijarse en todo,leérselo todo,darse cuenta de todo,supongo que algunos sabréis a qué me refiero;creo que es por eso por lo que no tengo vida social; porque me cansa mucho estar pendiente de que las bebidas se han terminado o que ya no hay luz en el cielo; o dónde están los niños o qué cara está poniendo el camarero;supongo que también por eso tengo tendencia al alcoholismo;porque es lo único que hace que me relaje).
Y bien.
El perrillo en efecto,el pequeño S.D.(no pondré su nombre completo para preservar su intimidad-mascota) fue eutanasiado por causas de fuerza mayor y posteriormente pasado al protocolo de incineramiénto.
Nosotros recogimos a Cleo,traumatizada y microchipiada y cuando llegó el turno de la vacuna me tuve que esconder,como si aquello blanco que gemía ansiosamente fuera más un bebé que una perra.
Qué queréis,ya sabéis de mi alma pequeña,si no no escribiría post titulados así como éste ni podría hacer poemas con papelillos de papel de fumar.
Y desde luego,si mi alma fuera tan grande y poderosa como la de cierta gente inteligente de verdad,(como esos diputados o senadores que han declarado lo del Toro de la Verga como fiesta de interés nacional,finalmente),no hubiera necesitado un poco de tiempo para digerir la tarde del martes.

Uno de estos días,será un pequeño afecto o desafecto lo que acabará conmigo.
Pero igual tiene que haber gente pequeña en un mundo tan amargo.
No sé.






(En la foto,Cleo con suéter sin creerse todavía que estó esté pasando ...).

3 comentarios:

Genín dijo...

Yo no se si soy animalista o no, a veces he ejercido, pero ahora no, estoy muy débil y vulnerable,los sentimientos me pueden, los buenos claro, porque es que malos no tengo, bueno si, alguno tengo cuando recuerdo a Rajoy diciendo que no tocará las pensiones, creo que es la última mentira que dice, las demás promesas están ya todas convertidas en mentiras...
¿Vas a comparar tu a una mascota tan noble con esos otros bichejos de dos patas y barba?
Besos y salud

mariajesusparadela dijo...

Ayer, viernes, salí yo de casa, hacia el veterinario, con el corazón encogido y Koro en el asiento de atrás.
No era nada, pero un jadeo permanente me hizo recordar el terrible problema respiratorio de Chispa, el ausente.
Cuando alguien, para divertirse,necesita hacer sufrir a un ser vivo, tiene algún tornillo flojo (cuando menos).

Dol dijo...

ostia...

Despedida

Creo que abrí este blog en el año 2009, y hoy decido que lo cierro,once años después;no deja de ser una friolera, teniendo en cuenta la gent...