sábado, 21 de febrero de 2015

Almendras dulces



Por qué estoy hecha de almendras dulces y no puedo caminar pisando fuerte,nunca lo sabré.

Por qué me doy cuenta de cuando baja un gato por el tronco de un árbol,aunque no entre en mi campo visual,y por qué el otro día sentí la falta de esperanza de una mujer que iba por la calle con su casa a cuestas y todo empezó a darme vueltas porque por un segundo yo fui ella,ya que no estaba sucia ni parecía demente y es más fácil identificarse con quien tiene buena pinta,una pinta decente,ésa es la prueba de que a cualquiera le puede pasar,y si a cualquiera le puede pasar es que es verdad lo de que Todos somos uno.

Por qué a pesar de esa porosidad que tengo como un extra de serie que nadie ha pagado,soy capaz de darme cuenta muy lentamente de que tenemos la obligación de encontrar en nosotros la fuerza y el poder para cambiar las cosas,empezando por nuestra propia cuadrícula.

Por qué he roto las papeletas de la bipolaridad que una amiga me sugirió como mal propio,(quizá otro extra de serie),para tomar esas medidas que serían tan necesarias,quizá porque sé que el mundo dará otra vuelta sin mí,pero que en mi tránsito habré hecho lo posible para sanarme,en contra de mi ADN y mi cerebro que de repente se pone a trabajar a mi favor como un viento bueno de los de alta mar.

Y poco más puedo preguntarme hoy,mientras la gripe sórdida con sus desmanes barre de un soplido lo que dejó de mí y arrasa con víctimas nuevas.

Es hora de conformarse,amarse,reconstruirse.

Anochece y hay que encender todas las velas de palacio.

2 comentarios:

Genín dijo...

Jo, con palacio y todo, así ya podrás... :)
Besos y salud

mariajesusparadela dijo...

En gallego, encendido se dice "aceso"; así deberíamos estar todos siempre: encendidos y accesibles.

Despedida

Creo que abrí este blog en el año 2009, y hoy decido que lo cierro,once años después;no deja de ser una friolera, teniendo en cuenta la gent...