
Dice mi amiga O. que un país que desperdicia el talento es un país cutre.
Bueno, no lo dijo así , pero ésa es la idea.
Estoy de acuerdo porque después de haber conocido a gente de Marruecos y comprobar cuánta imaginación hay allí , y cómo su gobierno mantiene la burbuja medieval indiferente a la evasión de sus jóvenes ,(no digo ya nada de las tragedias de hace unos años en el mar ),entiendo que es verdad que cuando una nación permanece anclada en el cutrerío no hay tiempo , medios ni desde luego dinero para colorear el panorama de las artes y las ciencias.
Últimamente he oído opiniones de aquí y allá sobre política, ZP , la derecha , la crisis , y veo con pasmo que no tengo nada que comentar , yo;
que mis opiniones ahí fuera no valen nada porque cada uno tiene la suya y que mis cuatro ideas no se corresponden en nada con las del resto de la gente que conozco ;
siempre encuentras alguien a quien le encanta Jiménez Losantos o que defiende o denosta a ZP ,y ambas cosas me pasman por igual ;
cándida en el huerto de bellotas y naranjas , preocupada por el presente alimenticio y de vez en cuando viendo alguna entrevista en TV , he salido al mundo pocas veces para siempre constatar que cada uno sostiene una opinión y su argumento ;y que esto me produce el mismo horror que una junta de vecinos porque el mundo es una enorme junta de vecinos , donde sobran energías para discutir por la puerta del garaje o la incompetencia del presidente , cosa que yo soy incapaz de hacer .
Que ZP es tonto, lo es ; que hablo con uno , que además es cabrón ; yo, la verdad , cabrón no lo veo; tonto lo parece un poco, la verdad .
Que el país está mal, pues sí, pero ya lo estaba de antes , que nunca se ha brillado aquí por la salud mental de la población, que yo sepa , y basta con leer un poco , pero claro, tampoco eso es un asidero, que dice mi primo el filósofo que la historia la escriben los ganadores , que no existe un solo libro imparcial y bla bla bla.
No sé a dónde agarrarme, pues, aunque hay dos o tres cosas que están claras, como que yo jamás podría ser de derechas.
Cuando se casó la hija de Aznar con su manojo de dientes , yo estaba dentro de una torre de la Cartuja trabajando como teleoperadora , y por las pantallas veíamos cómo llegaban los invitados de tiros largos mientras nosotros,plebe trabajadora, embaucábamos gente para que contrataran telefonía.
Estas escenas marcan de por vida , te hacen tener algo parecido a conciencia de clase, y si no, es que eres tonto y te mereces pastar en el prado hasta el último suspiro,así es como lo veo.
Conocí a un gitano que era del PP, porque era gitano y empresario, y le pesaba más la empresa que la minoría étnica de su DNI , pues bien que hacía , supongo, pero yo, que en el fondo soy muy española , no lo entendía.
Cuestión de mis esquemas, que haberlos, haylos.
Aun así,moriré enredada en mi abrigo de contradicciones porque si no, habría vivido una vida más estúpida aún .
Aunque esta soledad que arrastro como un fardo parezca a veces concederme una identidad , un nombre, un talento , y mi cerebro florecido a la sombra de los cuentos de hadas todavía elabore para mí el triunfo de mi alma como algo posible.
No pudiste hacer otra cosa, me dice susurrando, naciste aquí y tú misma te hiciste más esclava de lo que ya venías de serie;
en Estados Unidos , (denostado por una ola de mi pensamiento y mis amigos antiyanquis, admirado por mi capacidad de ilusiones ) no dejan escapar a nadie que valga un pimiento , y un biólogo marino tiene un amiguete que hace dibujos animados y entre los dos se inventan mi serie favorita , Bob Esponja , y se hacen ricos con ello.(aprovecho para recomendarla ,me hace reír ).
También existen becas como la que consiguió Joyce Carol Oates cuando estudiaba , y Stephen King tocaba fondo cuando le llegó algo parecido , ya en la edad adulta, y vivía el alcoholismo y la desesperación (véase "El resplandor ").
Yo tengo el perfil de la Rowling antes de triunfar pero no tendré segunda parte , aunque me invente personajes,, aunque me pase cien noches en vela escribiendo las aventuras de una mujer pirata de cabellos rojos que surca los mares , no tendré agente literario a quien enseñárselo porque no tengo ni idea de si existe esa figura en Andalucía , donde en el mapa sólo encuentro romerías y actos culturales preparados por intelectuales a sueldo, expresión que le oí a Juan Madrid y que me gustó mucho .
Estuve de cervezas con maestras de infantil el otoño pasado en un pequeño bar enfrente del Anatómico Forense , y ahí me enteré de la existencia de una progresía sevillana , bastante forrada , que lleva a sus hijos a jugar por la tarde a una especie de granja urbana para que sientan la tierra con los pies , niños a los que por otra parte no se les está inculcando valores , simplemente son otro tipo de pijos, según aquellas educadoras.
Ayer en la 2 un programa hablaba de la necesidad de fama , hoy día conocida como adicción , refiriéndose al mundo televisivo , y me dio bastante asco, me pregunté si no me parezco a esa gente con expectativas que creen que tienen talento y que seguirán intentando descollar hasta el final de sus días , resentidos con el mundo por haber sido ignorados , aunque me contesté que no, que sólo he querido siempre vivir con dignidad y acorde a mis insomnios , sin haberlo conseguido todavía.
La confusión ideológica me lleva al cutrerío , por todas partes lo mismo.
Parece que no hay solución , porque uniformar a todo el mundo ,establecer reglas de solidaridad impuestas , contabilizar el grado de implicación de la gente ,tampoco ha funcionado en la historia humana .
Tan sólo soy capaz de alegrarme por una cosa;
en la mínima proyección de un blog se esconde una libertad inmensa .
Ayer cogí un periódico , y leí las columnas de los que comen de lo que escriben ; debo deciros qe me pareció de un nivel bajísimo en comparación a lo que leo en mi red de blogs , tengo el paladar mucho más exquisito desde que vivo aquí y estoy segura de que os ocurre lo mismo.
Esto, por huevos, tiene que significar algo.
Aunque sea algo tan nimio como que en el fondo, podemos ser libres incluso desde la pobreza y el cutrerío.