Esto es otra cosa

Debajo del patio de la cocina hay un bar piscinero de la comunidad , ese tipo de bares con tres baldas para sujetar trofeos (de futbito) y donde la gente juega al dominó hasta la madrugada ; también vi , el primer día , un grupo de cuatro viejos jugando a las cartas a eso del mediodía: atiende la barra un matrimonio de ésos de toda la vida ,pero según me contó ella , cambian todos los años y siempre dan la explotación del bar en temporada a alguien de la urbanización; o sea que el año que viene estarán otros porque contratar gente de la calle les daba mal resultado .
(Pido disculpas si no hay fluidez en este post ,pero me apetecía mucho escribirlo y lo hago mientras con el otro ojo veo una peli de Ventura Pons que están poniendo en la 2) .
Lo que quería decir es que ahora ,pasados unos días, y todavía con todo por el medio, estoy feliz de habitar uno de esos sitios donde se nota que hay vida.
Después de dos años viviendo en un solar maquillado de urbanización , donde daba el sol todo el día, sin piscina y sin aire acondicionado, donde lo más cercano era el carrefour (pobre de ti si se te olvidaba comprar pan) y los vecinos sólo aparecían con cara circunspecta a las mismas horas para aparcar el coche , este sitio a la orilla de una carretera , con arbolitos de barrio y una panadería debajo de la azotea , la piscina asomando al patio (tardo en llegar 1 minuto) , y gente haciendo el ruido normal del larguísimo verano indio ,como digo,un sitio así me parece un paraíso .
Me recuerda al barrio de mis abuelos cuando era niña , y me gusta.
Empiezo a pensar que el silencio total y los sitios aislados no son para mí, después de todo.
Empiezo a pensar que de verdad soy de pueblo, de eso que llaman mis denostados cantautores la sencillez de barrio, olores de café y de hierba cortada y de cloro calentado sobre la piel y de pizarrines con chipirones a la plancha y cervezas frías a eso de la una , cuando el sol cae a plomo sobre la mancha del mundo y la vuelve blanca.
Además mi hermano me ha puesto un tendedero de tres cuerdas para secar la ropa debajo de un cielo ancho que esta tarde dejaba caer nubes color violeta .
Y me he sentido muy bien.
La mudanza ha quedado atrás; el verano sigue apretando ;
pero esto ya es otra cosa .
Qué bien .
(La peli se llama "Manjar de amor " y acaba de terminar ).
Nos vemos mañana en el bar de abajo de mi casa.
Sí, el de la piscina.