martes, 16 de noviembre de 2010
Pequeños desastres en Liliput
Qué fácil es pensar que todo acaba .
Qué cómodo saber que nos morimos.
Por miedo levantamos las palabras
y esquivamos los reflejos por la calle
el tiempo nos adormece
y de repente una señora nueva
se pone tu cuerpo al salir de la cama;
qué tristes esos días en que nada es tuyo
te han timado , quizá desde el principio
o puede que en efecto fueras tú la culpable
demasiada ilusión en un cerebro activo
suele producir pequeños desastres.
En mi Liliput las calles están anegadas
las mujeres se mesan los cabellos
(que es una cosa bíblica)
y los hombres venden amistad a rollos
en las esquinas de mercados y burdeles
desenrollando papiros que sirven lo mismo
para desprecintar corazones que para fumar pitillos
el viento del norte siempre trae recuerdos
en canciones que cantan los niños no nacidos
y mi voz ya no es mi voz sino un ruido.
He visto caer muchas noches de otoño
y de repente me siento tan cansada
como si tuviera ochenta noventa cien mil años
todo lo que hice lo hice para nada
y lo mucho que hablé no sirvió para nadie;
sé que está mal ponerse tan dramáticos
en un rincón del mundo donde las rosas florecen ;
pero qué puedo decir , yo nunca os miento
el dolor- miniatura también jode bastante .
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17 comentarios:
"el tiempo nos adormece
y de repente una señora nueva
se pone tu cuerpo al salir de la cama;"
Una señora esplénddida, llena de luz, con una gran sonrisa y un caminar sereno, que ilumina lo que toca, en su caso el teclado y la pantalla que visito siempre que vengo por este universo paralelo.
La foto es de tu hija? pues sí que as hecho cosas muy bien hechas, pero qeu muy bien hechas.
Un beso
"has", me he comido la h y duele la vista mirarlo.
Todo lo que hicimos tiene un sentido. Y lo que hacemos ahora mismo: escribirte y leerme, tú allá, yo aquí.
Nada está vacío, aunque lo parezca.
Y tú estás muy llena, tesoro.
Un abrazo grande.
"Todo lo que hice lo hice para nada
y lo mucho que hablé no sirvió para nadie"... igual no te gusta que te diga esto, pero a veces eres una poeta acojonante
Me gusta tu Liliput. Desde ahora me voy a convertir en uma pequeña liliputiense. Seguro que nos encontramos por allí mesadas en los caballos. Besos cariñosos.
Hay días en que somos tan lúgubres, tan lúgubres...
Todo lo que hicimos fue para bien o para mal, pero algún propósito tuvo, aunque ya no importe demasiado. Con estar aquí, con ser sobrevivientes, ya tenemos bastante, que todavía habrá otros otoños con su secuela de inviernos, primaveras y veranos, esperando, siempre esperando por ti, en una nueva Liliput...
Un abrazo, muy fuerte
BB
Leo en tus versos, compa Reyes, bastante desencanto, cierto desasosiego; algo que casa poco con tu estado de ánimo más reciente. En fin, la vida nos propicia, muchas veces, estos bandazos anímicos, pero nunca hay que dejarse abatir del todo, porque no queda otro que levantarse todos los días y dar la batalla, aunque cueste. Mientras tú nos la cuentes, algunos la leeremos con gusto y agrado, tenlo por seguro.
Un abrazo y buen día.
Como dice Miguel, eres una poeta y el dolor no es menor porque sea más pequeño. También dicen que al toro no le duelen las lanzas, que éstas son como palillos. Ja!
He leído tus entradas anteriores con fervor ahora que regresé del paraíso. Que por qué volví?
Yo que sé.
La puta vida.
Un beso.
Querida princesa, lo que pica sana. Y ese dolorcillo creo que es más un picor...
Puede que no te sirva saber que tu forma de escribir es genuinamente fantástica. A mi, me ultrapasa.
Una sonrisa
Como te dice Miguel; más veces que menos, eres una poetisa acojonnate.
Un relato delicioso por su frescura y por su humor. Te felicito con una gran sonrisa. Besos.
En cada estación del viaje de Gulliver ocurren sucesos anormales, tal vez porque el viaje también sea atípico.
Saludos.
AÑIL , gracias por tus palabras , sí que ella es lo mejor, pero no es mía, tú sabes.
Un beso enorme.
VIRGI , gracias , también ; a veces no lo veo ,ese sentido, pero supongo que son momentos, nada mas.
Otro beso.
MIGUEL , gracias ,lo malo es que eso de ser poeta no creo que sea un oficio, sino una condición bastante molesta.
A veces preferiría ser majorette o señora del tiempo en la tele.
Un besazo.
IRIS
muchas gracias, acomódate en mi Liliput todo lo que quieras, esperaremos juntas a los gigantes de la buena suerte.
Besos.
BB
siempre es una alegría leerte aquí , ya lo sabes.Intentaremos reducir los días lúgubres aunque sean inevitables.
Mil besos.
MANUEL
gracias por venir y por tus palabras, lo bueno de conocernos es que nos disfrutamos mutuamente .
Besos enormes.
SUE
me alegra leerte otra vez aqui , has vuelto porque tenías que volver para que algunas no muramos de aburrimiento.
Jeje, qué egoísta.
Un besito.
CARMEN
Ojalá esté curando , y te lo pueda contar .
Pero me temo que algunos caracteres son para toda la vida.
Besos.
ILIAME
qué alegría verte aquí, ya sé que has estado de viaje , siempre te leo , y es un gozo.
Tu impresión me sirve , cómo no.
Besitos .
RAÚL
viniendo de ti ,no lo tomo como un cumplido, sino como un regalo sincero.
Y qué placer al recibirlo.
Besos .
ISABEL
gracias , maestra .
Un abrazo de dioses.
NÓMADA
lo más irreal suele ser lo más verídico.
Beso gordo.
Quizá el dolor es el precio que hay que pagar por algo que hemos de conseguir porque aún no tenemos. Sólo digo quizá.
Un grupo madrileño que me gustaba bastante se llamaba "Mil dolores pequeños". Claro que joden.
Otro abrazo (voy de arriba-abajo).
Nada es nuestro nunca querida, quizás ahí radica el error. El otoño, aparte del poder evocador tiene es aire de cenizas interiores, y traducimos su grisura en una tristeza que no es nuestra, sino cósmica. Asómese a ese cuarto donde duerme una niña, mire en silencio su reino, y díagale a esa señora que aproveche a pintarle un mundo triste, mientras lo real vuelve por sus fueros.
¡Cómo me gusta como escribe!
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