domingo, 26 de febrero de 2012

Cuando yo era mujer fatal

Cuando yo creí ser mujer fatal,la alegría me duraba lo que dura una canción el sábado por la noche,cuando la cama vacía se tolera como un poco de sarro entre los dientes.
Aquello eran amaneceres podridos que olían a estudios sin futuro,era mi piel vendida a precio de saldo entre los dedos de mis manos,escasos como dicen que son los amigos y las gotas de felicidad.
Aquello eran taxis pillados al vuelo en la ronda norte sección Macarena después de plantar a C. en cualquier esquina,con taxistas que me hablaban de lo fácil que es el mundo para las mujeres guapas,(Yo,guapa?me lo decía a mí que nunca sentí serlo);que con un poco de voluntad todo se puede apañar porque todo lo paga lo que llevamos entre las piernas.
Ser mujer fatal también suponía llorar a escondidas ,buscar entre las multitudes a varones con poco tiempo para amar,oh sí enamorarse de estudiantes de curvaturas imposibles que cargaban cubos de cal y dedales de arena para vaciarlos en mi patio de armas,confundir el equívoco de ser libre como las llaneras y solitarias con el amor destinado a los cutres babeando sobre rosas rojas.
Ser mujer fatal suponía renunciar a las historias como la de mis padres,aunque a los veinte ya hacía mucho ruido cuando alguien amado me metía mano en la intimidad de una playa andaluza,y tiritaba de amor y de deseo como los mejores poetas,los más desgraciados.
Porque C. me dijo,después de una noche de amor extenuante en un hostal de Zahara de los Atunes,al verme sonreír delante de una tostada con mermelada de frambuesas, que si "aquello era todo lo que yo necesitaba para ser feliz".
De repente me avergoncé de mi propensión a la felicidad,menuda garrula,es verdad,anda que vaya activista de mierda que sólo necesitaba un poco de pan y un tío al lado para amanecer contenta;supongo que guardé mi boina de fieltro y recuperé el dolor azul de los románticos y la verdad verdadera del sinsentido de la vida.
Creo que lo conseguí.
Volví a ser yo,arrastrada por el lodo y la desventura.
Aquella otra mañana en que desayunábamos en un bar de Granada,ya lejos de C.,estrenando otra ruptura,con la luz del día hiriendo mis ojos ocultos tras las gafas,mi amigo D. me lo dijo.
El pelo tapándome la cara,los largos dedos sosteniendo tazas de café para espabilar el sueño,las ojeras azul cobalto y los veintidós años ansiosos de poesía,hartos ya de oficinas y de engaños;D.estudiaba Bellas Artes y sabía captar imágenes así que le creí.
"Pareces una mujer fatal de las típicas ".
Y tu voz,añadió.
La voz es importante,eso lo sé.
Se puede ser muy bello y tener una voz de mierda,esto también es una verdad verdadera como el sinsentido de la vida.
También se puede parecer ser algo sin serlo,sólo por (quizá)la esencia sexual que emanaba de mí;un poco trágica pero sin la capacidad de ser mala como son las auténticas femme fatales.
No sé cómo fue ni por qué pero un día me convertí en maruja,entendiendo por tal a una superviviente;una de ésas mismas que veía pasar por los pasos de peatones arrastrando carritos de la compra,las mismas que me hacían pensar en la conveniencia del suicidio colectivo como redención para nuestras cárceles mentales y sociales;una de esas mujeres que ya no llevan el pelo sobre la cara ni saben lo que es poesía,sólo los cuatro o cinco nombres del sufrimiento y la anorgasmia.
Aún tuve otra época de negación,en la que engordé y llevaba el pelo muy corto,incluso rapado;acomodada en un hogar que creía estable,menos atractiva que nunca,muy interesante en mi nuevo papel de rebelde antifemenina pero afeada por mi propia mano.
Menos mal que tampoco me quedé ahí.
Porque nunca fui ni maruja ni mujer fatal ni espíritu libre,al final me di cuenta, no hace mucho de ello.
Creo que en todo momento y circunstancia,sólo fui una aprendiz a la que siempre se le caían los malabares,y que,a pesar de la vergüenza,los prejuicios y las expectativas,acababa siempre recogiéndolos del suelo para volver a jugar.
Una vez, y otra,y otra.
Me parece que esto se llama ejercitar la esperanza.
Algunos autores son más simplistas todavía y afirman que a eso se le llama vivir, a secas.
......
(Podría haber dejado este texto para el 8 de Marzo,pero se me ocurre hoy.
Es lo que tienen los domingos,las tostadas de frambuesa y las chimeneas encendidas;el placer de lo inmediato).
Imagen procedente de adn.es

22 comentarios:

Araceli Esteves dijo...

Que no, Reyes, que no, que nunca fuiste mujer fatal, ni aunque nos lo jures.

LA ZARZAMORA dijo...

Yo te intuyo esa fatalidad cuando aún te sigues pintando las uñas de rojo, y vas lamiéndotelas como si fueran esa mermelada de frambuesa...
Besos, Reyes.

Eastriver dijo...

jajaja, vivir a secas, pues sí. Pero tampoco en plan tremendo o angustiado, que no, que si uno lo acepta no está tan mal.

Salvo ese final que redime tu propia condición, señal de tu inteligencia práctica, me he reído con ese paso de mujer fatal a maruja, que es como bien dices, un paso inconsciente.

Somos eso y mil cosas más, nena, pero si sabemos contarlo bien contado y con gracia, la redención es doble. ¿Para qué coño me sirve esa redención?, te oigo pensar. Para nada y para todo: para contarte tu vida con gracia y para saber que tu vida no es mejor que la de nadie, pero tampoco peor. Magros consuelo, es cierto, pero ya estamos en la edad de los magros consuelos, que para mí es la edad de la sabiduría. Por lo menos, Reyes, por lo menos hemos vivido, que no todo el mundo puede decir lo mismo.

En un programa homenaje a Almodóvar me reí muchísimo porque tiraban de vídeos antiguos, de cuando Almodóvar petardeaba con Macnamara, el rubio ese. La locutora, que creo que era la presentadora mítica de ese mítico programa que se llamó La edad de oro le preguntaba a un jovencísimo Almodóvar: Qué quieres ser de mayor?, y Almodóvar respondía: Yo quiero ser Almodóvar. Joder el tío, lo consiguió. Y cuando lo preguntaba a Macnamara éste respondió con una respuesta que me parece grande, grandísima, digna de los mejores tiempos del dadaísmo: Fabio Macnamara puso los ojos en blanco y respondió, inspirado, Yo quiero ser mujer superficial...

Como no eres mujer superficial te toca estos sufrimientos intermitentes que tenemos todos. Pero fuiste tú misma y el resultado no está siendo tan malo, creo yo. Mejor Reyes que mujer superficial, te lo digo yo,,,

Un abrazo lleno de cariño.

Sue dijo...

¿Qué es una mujer fatal?

...

quizás yo nunca haya dejado de serlo y me alegro de poder reconocerlo ya por fin. Y aquí, además, en tu casa.

Reina, este texto merece ser expuesto en una pancarta grande en la próxima manifestación. Merece ser leído con tu bonita voz.
Encaje de bolillos.

Un beso.

Montserrat Sala dijo...

Querida Reyes: hay que ejercitar siempre la esperanza, aunque vivir. para mí es una cosa muy diferente. Y tu lo sabes, querida amiga.
Claro que puedo estar equivocada, porque no representa lo mismo para todas las personas, ni tampoco es la misma cosa en todas las edades.

Solo hay un medio que viene a ayudarnos a escoger el camino verdadero, La conciencia de cada individuo.
Mira Urdangarín, hoy que no se habla de otra cosa; podrá decir las tonterias que quiera, pero se le vé en la cara lo mal que lo esta pasando. Y me atreviria a decir mas: Cuando aún no lo habían inculpado, con todo, seguro que su conciencia, no le dejaba difrutar de sus pingües beneficios.
Se puede matar, robar, prostituirse o ser Capo de la Mafia Siciliana....
pero en el fondo del corazon de cada persona, sabe si esta actuando bien o mal. Sinó siempre, pongamos que casi simpre.
Este pensamiento me viene dado por la voz de la experiencia. No le busques otra cosa, que no la hay.

Un beso, para tí, y otro para Selene

Genín dijo...

De momento, solo voy a decir tres cosas,la primera es que
sin tener el disgusto de conocerlo: C. es un perfecto cabrón.

La segunda,
Escribes que se me cae la baba cada vez que te leo con sentimiento.

Y por fin, la tercera, tu tienes de mujer fatal lo que yo de obispo!
Besos y salud

BB dijo...

Y por qué no serlo en su momento, cuando el cuerpo asi lo pedía y tú te lo creías... En poder seguir haciendo el papel, sin que alguien te diga que tu personaje ya caducó, es allí donde está el quid del asunto. Entonces no queda otra que irse a vestuario y cambiar de vestimenta.
Pero hay otros roles y también con ellos se puede ganar un Oscar. Claro que si. Entonces, ¿qué esperas? Se abre el telón...The show must go on.
Estupendo post, Reyes. Chapó, querida amiga.
Un beso
BB

virgi dijo...

Que me gustas, chiquilla, que me gustas.
De mujer fatal algo tenemos todas, porque yo lo veo más mejor que peor...vaya! no sé si me entiendes...

Besos, cariños, recuerdos.

Larisa dijo...

En mi caso, me conformaría con llegar a ser mujer. Con cambiar el nombre en el DNI. Y tener vagina. No sabéis la suerte que tenéis las que ostentáis vagina por naturaleza.

Me gusta mucho como escribes y he decidido acosarte. Iré a Sevilla y no pararé hasta conocerte. Ya estoy redactando poemas de amor.

Un beso fatal.

U-topia dijo...

La mujer fatal es un mito masculino, no es una realidad.

Eres una mujer como la copa un pino, real y auténtica, sin miedo a serlo con todas las angustias, alegrías, contradicciones... de las mujeres que viven y no vegetan.

Menudo texto has escrito... de p. madre.

Mi abrazo!!

Isabel Barceló Chico dijo...

Entre mujer fatal y maruja no sabría qué elegir. Aunque a veces, son ellas las que te eligen a tí... Besos, guapa.

Emilio Manuel dijo...

Creo que por ahí, ser mujer fatal, han pasado y pasarán todas las mujeres, aunque Laura V diga que es un mito masculino, pienso que no.

Saludos

Fran dijo...

No sé si fuiste alguna vez mujer fatal, pero jamás te faltó una capacidad enorme de sentimiento, porque fuiste siempre, nada menos que una mujer.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Cuenta cosas, Reyes, aunque sean mentira, pero cuéntalas.

Besos.

añil dijo...

Bendito desayuno de Domingo que inspira estas letras.

Besitos, guapa

José Vte. dijo...

Decía el título de aquella película mítica de Marilyn Monroe que "A los hombres les gustan las rubias" luego en pequeño añadía "pero se casan con las morenas".

Las rubias, símbolos de la mujer fatal, no son más que un invento para tener embobados a todos los hombres, pero en realidad no existen, y si existieran se desharían entre las manos en cuanto tocaran un poco de la realidad.

Sigue siendo un gusto leerte. Y por lo del 8 de Marzo no te preocupes demasiado, todos los días deben de ser 8 de Marzo.

Un abrazo

trinidad dijo...

¡Ahy Reyes!, a mí también me gustan las tostadas, pero prefiero el aceite y el ajo...aunque no le guste a "la Beckan", todo sabe mejor con ajo. Las chimeneas en dias de frío son lo mejor, pero los domingos...eso es otro cantar. Será por la frambuesa, pero tu texto me deja un saborcillo dulce. Besitos.

Anónimo dijo...

Tengo tendencia a ser garrula también y eso me cabrea no te imaginas cómo, pero si vivir consiste en cultivar la esperanza, debería dejarme la boina por si las moscas, un día, delante de mi tostada se sienta alguien que merezca la pena de verdad.

Besitos,

Francisco Espada dijo...

Más que mujer fatal, te imagino con la fatalidad de haberte topado con hombres que no supieran descubrir en ti el misterio de la vida cada mañana al despertar. Te mereces un amor intenso y extenso en el tiempo, sin límites, para vivir la sencillez de una sonrisa junto a un café y una tostada diaria con mermelada de franbuesa.

Francisco Espada dijo...

Te mereces a tu lado a alguien que sepa arrancar de ti, cada mañana, una sonrisa, al tiempo que te sirve un café y una tostada con mermelada de frambuesas.

Elysa dijo...

No sé lo que es ser mujer fatal, ni maruja. Ser mujer ya es bastante complicado y difícil, pero se es y se está. Y eso lo sabes hacer tú y muy bien.

Besitos, muchos

Lila dijo...

Reyes, veamos como te lo explico, este post es tan brillante, tan absolutamente perfecto que los comentarios y cualquiera que se me ocurra es redundante, por domingos así en los que te sale el mujeron que eres vale la pena coger un trozo de tu blog y darse una un homenaje de verdaita pura y simple.

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Creo que abrí este blog en el año 2009, y hoy decido que lo cierro,once años después;no deja de ser una friolera, teniendo en cuenta la gent...