
Qué es eso que suena allá a lo lejos
más allá de la puerta de palacio
como un augurio voraz de mala sombra.
Creo que es el pueblo que empieza a quemar cosas
-dice el lacayo aburrido de sí mismo
mientras abrillanta las botas de montar doncellas
aquéllas que fueron educadas con creencias
de lobos y de brujas y duendes preñadores;
y el rey sacude su melena empolvada
nubes de hastío sacuden sus dedos
qué bien le vino el miedo de la plebe
a él como a todos sus ancestros.
En la tarde de Abril
un viento adormilado sacude las corolas
que rima con coronas pero son más hermosas
y sirven para algo al fin y al cabo.
La calle está sonando día y noche
los perros oficiales contra ancianas guerrilleras
que vierten su sangre sucia de injusticia:
la gente se pone tan tremenda,qué cansino
el rey bosteza mientras los niños lloran
mientras un hombre cena en la basura
mientras la policía apalea a los rebeldes
el rey bosteza mientras la calle suena
los esbirros inventando formas de tortura
para el populacho ebrio de mentiras.
Majestad,algo está pasando
sería mejor no ignorarlo;
hay resplandor de luz en las calles
se acercan las antorchas
los perros ya no pueden contenerlos
un río de sangre empieza a rodearnos.
El rey toma su libro predilecto
lee que a lo largo de la historia siempre ha ido sucediendo
empieza a anochecer
y se pone a pensar:
Medidas a tomar.
Quizá un poco más de fútbol sería lo adecuado
y mañana reparto pan al alba
sin distinción de edades ni de clases.
Que las mujeres sean de nuevo castigadas
( hay demasiadas putas en el reino)
que no puedan abortar a sus bastardos
que carguen con el peso de sus culpas
que los gorilas sigan gobernando
no necesitamos luz sino obediencia
que la caridad se ejerza desde arriba
que pidan perdón y estén agradecidos
por no haber perdido aún lo que les queda.
Mañana saldrá el sol
se les habrá olvidado
todo es cosa de rebeldes y violentos.
El lacayo bosteza:
a su mujer le han diagnosticado fibromialgia.
Desde su escabel contempla
la espalda del monarca cada día más encorvada
y siente compasión.
No es más que un hombre como otro
se dice
pero qué suerte estar a su servicio.
Ojalá las calles recuperen el silencio
para poder irme a mi casa tempranito
esta noche habrá eclipse de luna
y quiero verlo.