miércoles, 28 de enero de 2015

Para la libertad

El machismo en las redes sociales se expande,dice la tele, o lo que es lo mismo,en las nuevas generaciones se tiene más fácil lo de controlar a la pareja,dónde estás,qué haces,etc.

Como si(el machismo)se hubiera ido alguna vez,digo yo.


Sin embargo,por mucho que desde pequeña haya reconocido la indefensión de la mujer con respecto al hombre en casi todos los países y situaciones,yo no puedo hablar más que de la incomodidad de no poder pasear sola cuando era joven,por ejemplo,aquello que decía Simone de Beauvoir de que a una mujer no le estaba permitido disfrutar de sí misma en soledad como a los jóvenes masculinos,a los que en circuntancias habituales nadie pensaría en piropear o molestar.

De esto sí me di cuenta en mis pocos viajes en tren o bus,y con sabrosos episodios que otro día contaré,si tengo ganas.

Pero es verdad que nunca me han acosado,violado,molestado o controlado,por suerte,ni he tenido que escapar de ningún sitio en plena noche,drama éste mucho más habitual de lo que se cree;
mis hombres han tenido un perfil parecido,a pesar de sus diferencias culturales ,de carácter o de edad.

Más bien he sido yo la celosa,la preguntona,la exigente,según mi experiencia preferiría hablar de momentos tóxicos en los que ninguno de los dos se respeta demasiado y siente la necesidad de hacer pagar al otro su infelicidad,pero ése es otro tema muy diferente,creo yo.

Más que alertar a las mujeres,tratando con ello de sofocar las consecuencias de una cultura popular asquerosa

(cine,libros,teleseries juveniles donde el amor o el ligoteo se sitúa por encima de todo lo deseable,familias donde el patrón se repite hasta el infinito,dándonos a las mujeres el papel de las "listas " de la casa,las mandonas,las que hacen y deshacen,pero las que cargan con más trabajo a cambio de un status de no se sabe muy bien qué,quizá unos cuantos besos al año,un mamá por aquí,un mamá por allá,mamá,mamá,mamá,dónde está esto o lo otro,mamá,ese ente sin derecho a divertirse,una máquina de presencia continua al que no le presupones sexo ni deseos, y el papá al que se le presuponen todos),

yo propondría educar a las personas,sea cual sea su género o tendencia sexual,para ser libres.

Esto es una cosa que también se aprende,como aprendemos a sujetar cucharas y a mear en recipientes blancos a muy tierna edad, o a conducir,un poco más adelante.

No creo que sea tan difícil que las chicas al igual que los chicos sepan lo antes posible que hemos nacido para ser nosotros mismos y no para parecernos a ninguna tía buena,cantante,futbolista,actor o similar, ni para tener algún valor sólo al fundirnos con otro.

Si uno revisa los patrones,los mensajes de esta sociedad rápidamente se da cuenta de que sota,caballo y rey producen el mismo resultado,
un esquema anémico que no da lugar para el desarrollo personal sino para la alienación,y qué queremos pues,venga a

imprimir folletos,a hacer estudios y a fundar consejerías con programas institucionales que siguen fracasando en sus

objetivos.

Claro que a quién le importan las personas libres,a los gobiernos y a las religiones no interesa un pepino que nadie piense por sí mismo,así todos tenemos nuestro álbum de fotos de boda,hipoteca,amor estabulado y familia;
y si eres mujer,mucho más te tienes que poner a la tarea,no sea que un día te levantes y tu vida no tenga sentido por haber sido tan egoísta de haber pensado sólo en ti desde el primer rasgo de juicio.





4 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Plas,plas,plas,plas (aplausos muchos).

Genín dijo...

Cierto, pero también habría que cambiar el como se hacen los cursos oficiales siempre orientados para que unos pocos se forren y sin importar un carajo si no sirven para nada...
Salud y besitos

Emilio Manuel dijo...

Es cierto, el machismo está aumentando y especialmente entre la gente joven, noticia que últimamente ha sido publicada en los medios de comunicación, ¿quién tiene la culpa de esto?, efectivamente la falta de educación es una de ellas, pero el proceso educativo no se hace si no hay presión sobre el poder político y sobre los hombres, en consecuencia, no es que culpe a la mujer, bastante tiene con soportar todas sus consecuencias, incluso la muerte, pero debe de ser la propia mujer, buscando cómplices, las que haga cambiar, primero las leyes, luego al hombre y por último exigir los mismo derechos y obligaciones que el hombre tiene. Sin la mujer, que es algo más de la mitad de la humanidad, el mundo no funciona plenamente.

Saludos

Sue dijo...

Yo siempre digo que la base está en la educación, pero cada vez se pone más difícil. Veo actitudes sexistas constantemente, entre amigas y compañeras más jóvenes, muchas entre mujeres embarazas y con hijos pequeños. Y si la propia mujer no se pone a pensar un poco, los gobiernos no lo harán por ella.
Pero lo has dicho todo muy bien, poco tengo que añadir, excepto que yo sí he tenido momentos desagradables, llamémoslo acoso, por parte de personas (no solo el acosador, sino los que no lo veían y permitían) que no están educadas en igualdad. Y durante mucho tiempo pensé que era yo la que propiciaba esos comentarios ¡válgame! las toxinas que puede una llegarse a tragar.

Besos!!

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